Camino hacia la Democracia Participativa Directa. Capítulo Primero (Continuación). Por Servio Pérez

Aquí damos seguimiento, a los trabajos anteriores ya realizados, en aras de continuar fomentando la gnosis, ya que con ella podemos adquirir la educación que permitirá fortalecer la conciencia, sin duda, necesaria para lograr el tan esperado cambio de sistema que abogamos todos los dominicanos.

Antes de continuar, queremos asumir con toda responsabilidad, un mea culpa, el cual lo hacemos a título de Fe de Errata, ya que en el artículo pasado hicimos hincapié en que para este nuevo trabajo versaríamos sobre la Democracia Directa, lo que hemos entendido que no puede ni debe ser, ya que es necesario priorizar la enseñanza de la Democracia Participativa en un orden primario, por lo que quizás, se habrá de llevar varias entregas más, a lo cual estamos en la mejor disposición de aportar, por lo que aclarado este detalle, damos inicio al aprendizaje de la Democracia Participativa.

Empezamos por enunciar la definición que debemos entender por la Democracia Participativa: “Es una expresión amplia que se suele referir a formas de democracias en las que los ciudadanos tienen una mayor participación en la toma de decisiones políticas que la que les otorga tradicionalmente la democracia representativa”. De igual manera puede definirse con mayor precisión como “Un modelo político que facilita a la ciudadanía su capacidad de asociarse y organizarse de tal modo que puedan ejercer una influencia directa en las decisiones públicas”.

Este Sistema Democrático Participativo nace en Escandinavia, región geográfica y cultural del norte de Europa (aunque el vocablo se usa comúnmente también en términos idiomáticos) compuesta por los reinos de Noruega, Suecia y Dinamarca, en los cuales se hablan lenguas nórdicas, también llamadas lenguas escandinavas.

En la actualidad la Democracia Participativa (DP) se manifiesta usualmente por medio de una diversidad de mecanismos, como presupuestos participativos, consejos vecinales o comunales o consultas populares, como vimos en el artículo pasado.

La Democracia Participativa (DP) en una etapa más avanzada, se percibe que el proyecto fundamental de la democracia participativa es la creación de un mecanismo de deliberaciones mediante el cual la población, con su propia participación, esté habilitado para manifestarse por igual con puntos de vista tanto mayoritarios como minoritarios, sin negar que todo sistema democrático eventualmente ha de descansar en decisiones mayoritarias, los mecanismos o instituciones de participación tienen el propósito de hacer hincapié en el pleno respeto a las minorías, sus opiniones y su amplia manifestación a través de un mecanismo participativo e institucionalizado, como los antes ya señalados en anteriores entregas.

Ahora bien, ¿cómo puede el individuo asumir realmente un rol participativo ? En este sentido, el ciudadano cuenta con diversos mecanismos prácticos de participación que van desde la formulación de iniciativas, reformas o soluciones en asambleas ciudadanas o ante instancias ejecutivas o legislativas, hasta la activación de mecanismos de consulta, como el referéndum o el plebiscito, ya sea para la sanción o derogación de una ley, o ya sea para la revocación del mandato de un gobernante, pues el ciudadano tiene mayor incidencia en la tomas de decisiones de su país.

El ideal que promueve el sistema democrático participativo es el de una sociedad más justa, plural y con mayor inclusión social, que se reconozca en los valores de la concertación, la tolerancia y la colaboración.

Sin dudas es mucho lo que debemos aportar sobre este novedoso sistema, que pertinentemente iremos abonando  con cada entrega, para de ésta manera ir arrojando mas conocimiento sobre el mismo, sin embargo, cerraremos el presente trabajo advirtiendo que este sistema es débil frente a la Democracia Representativa, y que nosotros hemos sentenciado que tanto una como la otra son primas hermanas, ya que éste sistema representativo tiene el dominio económico que lo hace poderoso y abundante, ya que su riqueza descansa en el Capitalismo, (la manera mas antigua que se conoce de la explotación del hombre por el hombre), amén de que son expertos experimentados en el uso de los Órganos Representativos, los cuales son necesarios para la Democracia Participativa, cuya necesidad es una debilidad que lo hace un blanco fácil para la manipulación aviesa representativa.

Amigo lector, es nuestro deber puntualizar que son muchos los señalamientos que se nos han quedado por enfocar, por lo que prometemos, primero, dar respuesta sobre como enfrentar la representatividad en la próxima entrega, de igual manera, seguiremos una vez terminadas todas las entregas que tenemos pendientes, continuar aportando datos sobre la democracia participativa, hasta entonces, seguiremos educando, sobre este maravilloso sistema al cual aspiramos llegar todos, y que lo haremos realidad aprovechando este nuevo espacio educativo que nos permitirá transitar con éxito hacia el Sistema Político Democrático Participativo Directo.