Remodelación de museos se lleva árboles de la Plaza de la Cultura

Arboles ubicados en la parte frontal y trasera del Museo de Arte Moderno, la Cinemateca Nacional, el Museo del Hombre Dominicano y Museo de Historia y Geografía en la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte han sido derribados por el personal que trabaja en la remodelación de las instalaciones

Equipos pasados remueven los escombros, mientras camiones transportan caliche a las zonas que han sido despejadas tras el corte de los árboles.

“Es una barbaridad lo que se está cometiendo en la Plaza de la Cultura. Este era un pulmón que tenía la ciudad, hoy estamos asistiendo a un crimen ecológico que se está cometiendo y que nos afecta a todos. Esos camiones que están tirando caliche no es para otra cosa que para plantar cemento, tal y como ocurrió cuando se hizo un nuevo parqueo para el Teatro Nacional. La pregunta es. ¿No podían evitar quitarlos?”, comentó una señora que se ejercitaba en el lugar y que pidió reserva de su nombre.

En la parte trasera y delantera se observan los escombros de los árboles que han sido cortados para dar paso al proceso de remodelación que anunció hace un tiempo el Ministerio de Cultura y cuya ejecución está a cargo de la Presidencia de la República a través de la Comisión Presidencial de Apoyo al Desarrollo Provincial.

Reporteros le preguntaron a personal que se encontraba en la obra si el ingeniero a cargo de los trabajos se encontraba para que ofreciera una declaración, sin embargo, expresaron que el responsable no se encontraba. A pocos minutos de la conversación, los trabajadores que estaban allí abandonaron presuroso el área, permaneciendo allí solo la seguridad para el cuidado de los equipos.

La construcción de la Plaza de la Cultura se inició en 1970 en los terrenos de la hacienda de la madre del tirano Rafael Leónidas Trujillo. La iniciativa para su instalación allí fue del entonces presidente Joaquín Balaguer, con el propósito de convertir el espacio una área para la cultura. Allí también está instalado el Museo de Historia Natural, la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña y el Paraboloide que aloja oficinas del Ministerio de Cultura y al legendario restaurante Maniquí.

Cuando se iniciaron los trabajos el pasado año, el Ministerio de Cultura expresó a través de un comunicado que serán removidas las ramas que cubrían las paredes porque generaban humedad y que afectaban las edificaciones y los objetos museográficos.

A pesar del anuncio, reporteros pudieron constatar que áreas verdes que se encontraban lejos de los edificios ya no existen.

Reportaje de Diario Libre