El informe de la uniformada refiere que el oficial Bernardo Alberto Paredes, de 53 años, residente en la calle Gabriela Morillo número 27 del referido sector, utilizó su arma de reglamento, una la pistola Carandai calibre 9 milímetros.
Andrés Confesor Díaz, hermano de la víctima, dijo a los investigadores que Paredes le había confesado mientras jugaban dominós que se encontraba triste porque no había sido promovido de rango, ya que tenía siete años como teniente.
Agrega que luego de dicha conversación, el hoy occiso penetró a la residencia para vestirse con su uniforme y luego se escucharon dos detonaciones, encontrándolo tendido en el suelo del segundo piso con el arma en su mano.