Tribunal de Cuentas de Brasil sospecha obras financiadas por BNDES en República Dominicana fueron sobrevaloradas

Una buena parte de los US$15 mil 844 millones 334.91 que BNDES desembolsó al financiar operaciones de “exportaciones de bienes y servicios” para obras en el exterior puede haber sido desviada.

Esa es la sospecha de los auditores del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), que el año pasado descubrieron que los gobiernos del Partido de los Trabajadores beneficiaron a Odebrecht con el 82 % de los financiamientos de obras en el exterior, dijo el portal O Antagonista en una nota en exclusiva la tarde del martes.

Los técnicos profundizaron el escrutinio y constataron que el BNDES entregó, como promedio, el 68 % del valor total de esos emprendimientos, que incluyen carreteras, hidroeléctricas y puertos.

El 80 % del costo directo de una obra de carreteras, por ejemplo, es consumido en terraplenado, pavimentación, drenaje y obras de arte. Nada de esto puede incluirse en “bienes y servicios exportables”, que sólo serían el 20 % del costo.

En pocas palabras, es como si el BNDES hubiera liberado US$215 millones 482 mil 954.79 para una obra de US$316, millones 886, 698.22, cuando lo cierto sería aportar apenas US$63 millones 377 mil 339.64. Los técnicos están revisando cada una de las 140 operaciones, cuyos valores individuales permanecen bajo secreto.

La sospecha de los auditores se ve reforzada por la coincidencia de porcentajes de los préstamos para obras absolutamente diferentes, como una carretera, un metro o incluso un aeropuerto.

Se recuerda que Angola fue, de lejos, el país más beneficiado con esas operaciones, en un total de US$4,436 millones 413,775.05. Está seguido por Venezuela 3,485 millones 753, 680.39, República Dominicana US$2, 535 millones 093, 585.74 y Argentina 2, 440 millones 027, 576.28.

Se sospecha igualmente que el dinero, subsidiado, con un largo plazo de pago, había sido utilizado en operaciones de cambio, lo que multiplicaba aún más los beneficios de la organización delicitiva, “Orcrim”, como le llaman en Brasil.

Fuente: O Antagonista