Somos Pueblo.- Evelyn Abreu, fundadora de la Asociación Dominicana de Familiares Desaparecidos (Asodofade), ha sido testigo y defensora de las víctimas de un fenómeno que, según la activista, ha registrado hasta la fecha un total de 2,242 casos de desapariciones desde junio de 2022 hasta febrero de 2025. Esta cifra, que no distingue entre nacionales ni turistas, evidencia un problema que afecta tanto a la sociedad dominicana como a quienes visitan el país, como lo demuestra el reciente caso de la desaparición de la joven turista indoestadounidense Sudiksha Konanki, de 20 años.
La noticia de la desaparición de Konanki, ocurrida el 7 de marzo en Punta Cana, movió a Abreu a compartir detalles sobre los procedimientos que las familias deben seguir para denunciar un caso de desaparición en el país. A través de una intervención en el programa El Show del Mediodía, Abreu relató cómo los padres de la joven se comunicaron con ella inmediatamente después de enterarse de la desaparición, pues estaban en un vuelo rumbo a la República Dominicana y no hablaban español, lo que les dificultaba saber qué hacer en ese momento tan crítico.
“Los padres de la joven llegaron al país y se pusieron en contacto con nosotros para explicarles el procedimiento a seguir. No sabían cómo actuar y, como no hablan el idioma español, todo era un poco confuso”, explicó Abreu, quien rápidamente les recomendó hacer la denuncia formal en el Departamento de Desaparecidos. Con esta medida, se activa el protocolo y permite que Asodofade difunda el caso a través de su plataforma, ayudando a visibilizarlo tanto en medios nacionales como internacionales.
El caso de Konanki ha tomado una dimensión aún mayor debido a las sospechas planteadas por los padres, quienes temen que su hija haya sido drogada antes de su desaparición. Además, una imagen en la que aparece la joven acompañada de otras personas, que podría indicar una situación sospechosa, ha sido ampliamente compartida. Sin embargo, Abreu, con su experiencia como periodista y defensora de los derechos humanos, destacó la importancia de esperar que las autoridades competentes, como el FBI, continúen la investigación sin que el caso se entorpezca por especulaciones.
“Hay un punto que los padres de Konanki han señalado y es que consideran que tal vez su hija pudo haber sido drogada por alguien. Nosotros debemos esperar que las investigaciones avancen para saber con certeza lo que ocurrió. Ellos no quieren hacer declaraciones que puedan entorpecer el trabajo del FBI”, aseguró Abreu, quien tiene claro el compromiso que asume Asodofade al ser un actor clave en estos casos.
A lo largo de su trayectoria, Evelyn Abreu ha luchado por visibilizar y denunciar la desaparición de personas en la República Dominicana, un país donde este fenómeno sigue siendo un tema preocupante. A lo largo de los años, ha aprendido que, además de los casos de desapariciones que son atendidos por las autoridades, existen muchos otros que corresponden a jóvenes que deciden autodesaparecerse, lo cual complica el trabajo de las organizaciones que buscan darles seguimiento. Abreu expresó su firme postura al respecto: “Para nosotros, todos los casos siguen siendo desapariciones hasta que las personas aparezcan. Respetamos la decisión de las familias y, mientras no se resuelvan, nuestra obligación es seguir denunciándolos”.
La labor de Asodofade, bajo la dirección de Abreu, es esencial en un contexto donde la seguridad ciudadana se ve amenazada y los casos de desapariciones, tanto nacionales como internacionales, continúan en aumento. La organización no solo se encarga de documentar y difundir estos casos, sino que también es un apoyo fundamental para las familias afectadas, brindándoles la orientación y el apoyo necesario para que los casos no caigan en el olvido.
A pesar de la creciente preocupación por la desaparición de personas en el país, Abreu también señaló la necesidad de que las autoridades dominicanas refuercen sus mecanismos de prevención y respuesta ante este tipo de situaciones. Las autoridades competentes deben garantizar que los procesos de denuncia y seguimiento sean rápidos y efectivos, y que las familias de las personas desaparecidas no tengan que enfrentarse a la burocracia o la falta de información cuando se encuentran en situaciones de emergencia.
“El Estado debe comprometerse a mejorar sus procedimientos y recursos para poder atender de manera eficiente los casos de desapariciones. Si bien las organizaciones como Asodofade hacemos lo posible, el gobierno tiene la responsabilidad de reforzar la seguridad y colaborar para que estos casos sean resueltos de manera expedita”, señaló Abreu, resaltando la importancia de un trabajo conjunto entre las autoridades y las organizaciones de la sociedad civil.
La desaparición de Sudiksha Konanki y otros casos similares deben ser un llamado a la reflexión sobre la urgencia de adoptar medidas más eficaces en la prevención y resolución de este tipo de situaciones. Las familias, tanto dominicanas como extranjeras, deben contar con el respaldo de un sistema judicial y de seguridad que actúe con celeridad para evitar que estos casos se conviertan en tragedias olvidadas.
Abreu cierra su mensaje con un recordatorio fundamental: “Mientras no aparezcan, nuestra misión seguirá siendo denunciar y visibilizar estos casos. La angustia de las familias no puede caer en el silencio, y estamos aquí para asegurarnos de que no se olviden”.
