El Gobierno de Venezuela ha acusado al secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, de intentar anunciar un «golpe de Estado» en el país caribeño. La reacción se produjo después de que Blinken afirmara que no se debería permitir que el presidente Nicolás Maduro y sus representantes se mantengan en el poder por la fuerza.
El canciller venezolano Yván Gil, en un comunicado del partido gobernante PSUV, criticó duramente a Blinken, llamando su declaración «grosera» y «vulgar». Gil aseguró que los supuestos planes estadounidenses fueron rechazados por el voto popular en las elecciones del 28 de julio, en las que Maduro fue reelegido para un tercer mandato, aunque este resultado ha sido ampliamente cuestionado por la oposición y la comunidad internacional.
Blinken había denunciado que la represión poselectoral en Venezuela ha resultado en la muerte o encarcelamiento de miles de personas y había expresado que Edmundo González Urrutia, el candidato opositor, sigue siendo la mejor esperanza para la democracia en el país. González Urrutia, representante de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), llegó recientemente a España después de abandonar Venezuela, citando persecución política y judicial tras las elecciones.
El secretario de Estado de EE.UU. reafirmó su condena a las medidas «antidemocráticas» de Maduro, prometiendo que su gobierno continuará trabajando con socios internacionales para defender las libertades democráticas en Venezuela.
