En un memorando dirigido al secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, el presidente Joe Biden ha identificado a una veintena de países, en su mayoría de América Latina y el Caribe, como «principales lugares de tránsito o producción de drogas ilícitas». Entre estos países se encuentran Afganistán, Bahamas, Belice, Bolivia, Birmania, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, India, Jamaica, Laos, México, Nicaragua, Pakistán, Panamá, Perú y Venezuela.
Biden destacó que Bolivia y Venezuela, junto con Birmania, no han cumplido adecuadamente con los acuerdos internacionales contra el narcotráfico en el último año. Sin embargo, enfatizó que la inclusión en esta lista no refleja necesariamente el esfuerzo antidroga de un país ni su nivel de cooperación con EE.UU., y no se considera una sanción.
El presidente también subrayó la importancia de apoyar a estos países, especialmente Bolivia y Venezuela, en sus esfuerzos contra el narcotráfico. Aunque se han observado avances en Bolivia contra el cultivo de coca, Biden señaló que aún queda trabajo por hacer.
Además, el memorando incluye datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que reporta una disminución del 3% en las muertes por sobredosis en EE.UU. durante 2023, el primer descenso desde 2018. Biden atribuyó esta mejora a los esfuerzos de su Administración, pero insistió en que el problema requiere una respuesta global coordinada.
Biden resaltó la necesidad de fortalecer las relaciones con países aliados como México para combatir la epidemia de fentanilo y desmantelar las organizaciones criminales. También valoró la colaboración continua con Colombia y Perú en la reducción de la producción de cocaína.
Finalmente, Biden destacó que, aunque China ha tomado medidas para limitar el flujo de precursores químicos hacia productores de drogas ilícitas, es crucial que continúe con acciones sostenidas para reducir su papel en este problema.
