En una entrevista exclusiva para Somos Pueblo Media, Ricardo Ripoll conversó con Martín Felipe Salas Segarra, exfiscal anticorrupción del Perú y reconocido por su incansable lucha contra la corrupción. Durante la conversación, Salas compartió los retos, sacrificios y logros que enfrentó al perseguir a los altos funcionarios peruanos responsables de millonarios casos de corrupción, incluyendo el emblemático caso de Odebrecht.
Patrones similares entre Perú y República Dominicana
Salas Segarra describió un panorama muy familiar para los dominicanos: altos funcionarios protegidos por sistemas judiciales corruptos, presión mediática orquestada por intereses particulares, y amenazas constantes contra quienes se atreven a denunciar. “La Fiscalía de la Nación en Perú ha sido declarada el enemigo público número uno de la corrupción”, afirmó. Este reconocimiento, sin embargo, no llegó sin un costo personal. Durante su carrera, recibió amenazas de muerte dirigidas a él y a su familia, forzándolo a renunciar al Ministerio Público en 2022.
Esta decisión, explicó, no fue una rendición, sino una estrategia para denunciar desde fuera los abusos de poder, incluyendo los de la exfiscal de la Nación, Patricia Benavides, quien estuvo implicada en graves actos de corrupción. “Desde dentro, me habrían destruido. Desde fuera, logré destituirla y recuperar la autonomía del Ministerio Público”, aseguró.
Los logros de Perú: un ejemplo de esperanza
Entre los logros destacados de Salas está la condena de Alejandro Toledo, expresidente peruano, a 15 años de prisión por recibir más de 85 millones de dólares en sobornos relacionados con Odebrecht. Aunque calificó la pena como «benévola», resaltó la importancia de demostrar que ningún funcionario está por encima de la ley.
En un momento particularmente inspirador, Salas explicó cómo desde la sociedad civil y sin acceso directo al poder político, pudo enfrentar y vencer la corrupción, dejando un legado para las futuras generaciones. Este mensaje resonó profundamente en Ripoll, quien reconoció los paralelismos con República Dominicana y afirmó que casos como los de Perú muestran que sí es posible combatir la corrupción, incluso en un sistema profundamente afectado por antivalores.
Un mensaje de inspiración y lucha para los dominicanos
La entrevista concluyó con un llamado a la acción para fiscales, activistas y ciudadanos dominicanos: “No claudiquen en la lucha contra la corrupción. No pensemos en nosotros, sino en el legado que dejaremos a las futuras generaciones”, expresó Salas. Sus palabras dejaron una fuerte impresión en Ripoll y Somos Pueblo, quienes ven en el ejemplo peruano una hoja de ruta para el cambio en República Dominicana.
El mensaje es claro: no hay espacio para la resignación. Desde la sociedad civil, con integridad y persistencia, es posible enfrentar a los poderosos, recuperar las instituciones y devolver la esperanza a un país. Perú lo ha logrado. República Dominicana puede y debe lograrlo también.
