Las próximas semanas son cruciales para asegurar la renovación de los programas Haitian Hemispheric Opportunity through Partnership Encouragement (HOPE) y Haiti Economic Lift Program (HELP). Estas iniciativas, aprobadas por el Congreso de Estados Unidos, permiten a Haití exportar ropa al mercado estadounidense sin pagar aranceles, lo que representa el 90% de sus exportaciones totales. Además, estos programas también benefician directamente a la República Dominicana al fomentar un modelo de coproducción industrial entre ambos países.
Impacto de HOPE y HELP en la región
Empresas de Estados Unidos, Canadá, Corea del Sur y República Dominicana han establecido fábricas textiles en ciudades como Barahona, Bonao, Guerra y Santiago. Estas plantas producen tejidos que luego se envían a Haití, donde se confecciona la ropa destinada al mercado norteamericano. Este esquema de colaboración industrial es esencial para la estabilidad económica de ambos países.
Aunque la última renovación de estos programas extendió su vigencia hasta septiembre de 2025, su renovación anticipada este año es vital debido a la planificación operativa de la industria textil. Las empresas suelen estructurar su producción con un año de antelación, y la incertidumbre sobre el futuro de HOPE y HELP ya está provocando el traslado de operaciones de Haití hacia Asia.
Consecuencias de la falta de renovación
En los últimos años, Haití ha perdido decenas de miles de empleos directos en el sector textil, pasando de 60,000 a solo 22,000 puestos actualmente. De no renovarse los programas antes del cierre del Congreso de EE. UU. a finales de diciembre, se espera una salida aún mayor de empresas, lo que impactaría tanto a Haití como a la República Dominicana con la pérdida de empleos y oportunidades económicas.
El papel estratégico del norte de Haití
A pesar de la grave inseguridad que afecta principalmente a Puerto Príncipe, la industria textil en el norte de Haití, especialmente en Juana Méndez, continúa operando con relativa estabilidad. Los parques industriales en esta región cuentan con seguridad adecuada y una fuerza laboral lista para mantener la producción.
La renovación de HOPE y HELP no solo garantiza el desarrollo económico de Haití y República Dominicana, sino que también refuerza la cooperación entre ambos países, promoviendo estabilidad en una región vulnerable.