Jerusalén.- Este sábado, el Ejército israelí bombardeó una escuela en la Ciudad de Gaza, ubicada en el norte del enclave, después de detectar la presencia de milicianos que planeaban llevar a cabo ataques inmediatos contra las tropas en Gaza y territorio israelí, según informó un comunicado castrense.
El ataque resultó en la muerte de dos personas y varios heridos, según informó la agencia oficial palestina Wafa.
Al igual que en ocasiones anteriores en las que Israel ha bombardeado infraestructuras civiles en Gaza, las autoridades israelíes aseguraron que se tomaron precauciones para minimizar el daño a los civiles.
Después de 14 meses de conflicto que ha dejado gran parte del enclave destruido e inhabitable, miles de residentes de Gaza se han refugiado en escuelas que todavía están en pie y que son blanco frecuente de ataques israelíes bajo el pretexto de que contienen milicianos.
Poco después del bombardeo, las fuerzas israelíes detallaron que también atacaron una zona de Gaza cercana a un almacén utilizado por organismos humanitarios para distribuir ayuda.
Según el Ejército, el almacén fue utilizado el día anterior para lanzar dos cohetes contra Israel, los cuales fueron interceptados antes de impactar, activando las alarmas en la ciudad costera de Ascalón.
“Este es otro ejemplo del abuso sistemático de la infraestructura civil por parte de la organización terrorista Hamás, violando la ley internacional”, afirmaron las fuerzas israelíes.
Tras los lanzamientos del día anterior, Israel ordenó la evacuación de varias zonas en Yabalia, en el norte de Gaza, y advirtió que pronto bombardearía la región.
El jueves por la noche, un bombardeo israelí destruyó un edificio de correos en el centro de Gaza, matando al menos a 33 personas e hiriendo a más de 80, la mayoría mujeres y niños.
Según el Ejército, el ataque iba dirigido contra un alto cargo de la Yihad Islámica Palestina y provocó explosiones secundarias que dañaron un edificio cercano.
El Gobierno de Gaza, controlado por el grupo islamista Hamás, informó que la mayoría de las víctimas pertenecían a la misma familia y que Israel sabía de antemano que la zona atacada albergaba numerosos bloques de viviendas con decenas de civiles.
Desde que comenzó la guerra, al menos 44,875 personas han muerto y más de 106,454 han resultado heridas en Gaza, según las últimas cifras proporcionadas por las autoridades sanitarias dependientes de Hamás, quienes también estiman que los cuerpos de 11,000 desaparecidos siguen enterrados bajo los escombros.