En el Uptown de Manhattan y gran parte del Bronx reside la comunidad dominicana más grande de Estados Unidos, destacando como uno de los grupos de inmigrantes más numerosos de Nueva York. Desde la llegada de Juan Rodríguez en 1613, primer inmigrante conocido de la ciudad y afrodominicano, los dominicanos han construido una sólida comunidad que abarca desde la calle 145 hasta el extremo norte de Manhattan.
En 2018, bajo la iniciativa de la Senadora Marisol Alcántara y con el respaldo de I AM CARIBBEING, se sentaron las bases para la creación de Little Dominican Republic. Este proyecto fue impulsado al Congreso por el primer congresista dominicano, Adriano Espaillat, logrando la designación oficial de la primera Little Dominican Republic en Nueva York y el mundo. Además, calles han sido renombradas en honor a figuras dominicanas emblemáticas como las hermanas Mirabal, el Dr. Nasry Michelen y el técnico en emergencias Luis de Peña Jr., entre otros.
El barrio, vibrante y lleno de vida, es un epicentro cultural y gastronómico que fusiona la tradición dominicana con el dinamismo neoyorquino. Desde el merengue y la bachata en cada esquina hasta los negocios locales, Washington Heights representa un puente entre culturas, con lugares icónicos como el Puente George Washington, los Cloisters y el United Palace.
A pesar de los avances, el proyecto enfrenta resistencia de algunos oficiales electos afroamericanos como el Senador Robert Jackson y el Asambleísta Al Taylor, quienes se oponen a la designación. Sin embargo, líderes comunitarios instan a dejar de lado las diferencias políticas y aunar esfuerzos para preservar y defender el legado de la Pequeña República Dominicana como un símbolo de orgullo para todos los dominicanos en el exterior.
Este vibrante enclave no es solo un barrio: es el alma de una comunidad pujante que ha dejado una huella imborrable en la ciudad de Nueva York.
Autor: Elías Barreras Corporán
