Santo Domingo, República Dominicana. – El líder opositor venezolano, Edmundo González Urrutia, manifestó este jueves que pronto se reunirá con los venezolanos en su capital, Caracas, para continuar su lucha por la libertad y la democracia, tras ser reconocido por el Gobierno dominicano del presidente Luis Abinader como el candidato presidencial más votado en las recientes elecciones en Venezuela.
“Nos veremos muy pronto en Caracas, Venezuela, en libertad”, afirmó González Urrutia durante su intervención en el Palacio Nacional, donde fue recibido por Abinader junto a una delegación de ocho expresidentes de América Latina.
El dirigente opositor señaló que los venezolanos han demostrado un fuerte espíritu de libertad, el cual definió con las palabras del Himno Nacional venezolano: «Abajo cadenas». Según González, el pueblo venezolano ha aprendido duras lecciones, pero ha logrado desafiar al régimen de Nicolás Maduro con una ruta pacífica, democrática y electoral.
Destacó que, a pesar de los obstáculos, su movimiento ha logrado poner al régimen contra las cuerdas, pero subrayó que la administración de Maduro ha optado por una «escalada de violencia represiva», lo que ha sido calificado como “terrorismo de Estado” por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. En su intervención, González Urrutia también condenó la negativa del gobierno de Maduro a aceptar los resultados de las elecciones, las cuales, según él, le dieron una victoria con una diferencia de casi el 40%.
“Venezuela atraviesa días críticos y la lucha global por la libertad y la democracia tiene su epicentro aquí”, manifestó el líder opositor, quien reiteró la necesidad de que los demócratas de la región sigan apoyando a su causa. En ese sentido, expresó su gratitud a los países y mandatarios que han respaldado al pueblo venezolano en su lucha por recuperar la democracia.
El reconocimiento de González Urrutia por parte del Gobierno de República Dominicana ocurre en un contexto de tensión política en Venezuela, donde el presidente Nicolás Maduro busca permanecer en el poder a pesar de las críticas internacionales por el proceso electoral, el cual ha sido rechazado por diversos países, incluido Estados Unidos.