El presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, retiró este martes a Cuba de la lista de países que promueven el terrorismo, como parte de un esfuerzo diplomático respaldado por la mediación del Vaticano. Según altos cargos de su administración, la medida busca propiciar la liberación de varios presos cubanos, incluidos manifestantes detenidos tras las protestas del 11 de julio de 2021.
«Es un gesto de buena voluntad para facilitar la liberación de personas injustamente detenidas en Cuba», explicaron las fuentes, quienes también confirmaron que Biden solicitará al Congreso oficializar esta decisión. Además, se anunció la suspensión del derecho de ciudadanos estadounidenses a presentar reclamaciones judiciales sobre propiedades cubanas expropiadas, revocando la aplicación del Título III de la ley Helms-Burton implementada durante el primer mandato de Donald Trump.
En otra acción clave, Biden decidió eliminar una lista de entidades cubanas con restricciones para transacciones financieras, rescindiendo un memorando firmado en 2017 bajo la administración de Trump. Estas acciones buscan suavizar las relaciones bilaterales antes de que Trump, quien asume nuevamente la presidencia la próxima semana, regrese con una postura más estricta hacia La Habana. Su nuevo secretario de Estado nominado, el senador Marco Rubio, es conocido por su firme oposición al gobierno cubano.
La Casa Blanca anticipó que estas medidas podrían resultar en la liberación «inminente» de un número significativo de presos políticos en Cuba. Durante los últimos años, diversos socios internacionales, incluidos la Unión Europea, España, Brasil, Colombia, Chile y Canadá, han instado a Estados Unidos a reconsiderar la designación de Cuba como patrocinador del terrorismo, buscando un cambio que ahora parece materializarse.