Ottawa, Canadá. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció este sábado que su país y México están trabajando de manera conjunta para contrarrestar los aranceles del 25 % impuestos por el presidente estadounidense Donald Trump a las importaciones procedentes de ambos países.
Trudeau reveló que sostuvo una conversación con la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, poco después de que Trump firmara los decretos que establecen la entrada en vigor de estos gravámenes a partir del próximo martes.
La decisión de la Casa Blanca ha sido calificada por el gobierno canadiense como una declaración de guerra comercial, lo que ha llevado a ambos países a buscar estrategias conjuntas para mitigar su impacto. Aunque no se han dado a conocer detalles específicos sobre las medidas que tomarán, Trudeau enfatizó la importancia de la cooperación con México en este desafío económico.
Por su parte, el gobierno de Sheinbaum aún no ha emitido un comunicado oficial sobre las acciones que implementará, pero expertos en comercio internacional han señalado que la respuesta de ambos países podría incluir represalias arancelarias y negociaciones diplomáticas.
Analistas económicos han advertido que, de mantenerse los aranceles, Canadá podría entrar en recesión en un plazo de seis meses, debido a su alta dependencia del comercio con Estados Unidos. El impacto en la economía mexicana también podría ser significativo, afectando industrias clave como la automotriz y la manufacturera.
Las cámaras empresariales en ambos países han expresado su preocupación por el incremento de costos que supondrá la aplicación de estos aranceles, lo que podría traducirse en una disminución de la inversión y una desaceleración del crecimiento económico.
La imposición de estos aranceles marca un nuevo punto de tensión en la relación comercial entre Estados Unidos, Canadá y México, quienes han sido socios estratégicos bajo acuerdos como el T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá).
La respuesta coordinada de Canadá y México podría derivar en nuevas rondas de negociación o en la aplicación de medidas de presión para que Washington reconsidere su postura. Mientras tanto, los gobiernos de ambos países evalúan los próximos pasos en esta creciente disputa comercial.
La comunidad internacional sigue de cerca la evolución de este conflicto, que podría afectar no solo a los tres países involucrados, sino también a la estabilidad del comercio global.