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martes, abril 22, 2025

Canciller advierte avance de bandas haitianas hacia la frontera y urge evitar conflicto internacional

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Roberto Álvarez califica la situación haitiana como una amenaza directa a la seguridad nacional de República Dominicana y urge a la comunidad internacional a actuar con firmeza

Somos Pueblo — Durante su intervención en la 9902ª sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, celebrada en Nueva York, el ministro de Relaciones Exteriores de República Dominicana, Roberto Álvarez, alertó con contundencia sobre el deterioro acelerado del orden público en Haití, país que, según sus palabras, se encuentra sumido en una crisis institucional, humanitaria y de violencia sin precedentes.

“Hoy me presento por décimo quinta vez ante este Consejo de Seguridad en cuatro años y medio. Todas mis comparecencias han tenido el único propósito de instar a este órgano a tomar las medidas de lugar ante la profunda crisis institucional, humanitaria y de violencia que viene sufriendo el pueblo haitiano. Mientras la brutalidad de los pandilleros criminales avanza indeteniblemente, no podemos permanecer impasibles”, expresó Álvarez en tono firme.

Uno de los aspectos más alarmantes abordados por el canciller dominicano fue el incremento de la violencia sexual en campamentos de desplazados. Solo en los últimos cuatro meses se han reportado 378 casos de violaciones, según cifras presentadas ante el organismo internacional. “Esta no es una simple estadística, son vidas destrozadas irremisiblemente”, puntualizó.

Álvarez advirtió que la situación en Haití representa una amenaza directa para la seguridad de República Dominicana. En este contexto, reveló que el Gobierno dominicano ha clasificado oficialmente a los grupos armados haitianos como “grupos terroristas”, y denunció que dos bandas lograron ocupar temporalmente la sede del consulado dominicano en una comunidad haitiana. El personal diplomático había sido retirado previamente como medida preventiva.

Asimismo, informó que el Gobierno ha reforzado la seguridad en la frontera, con el despliegue de 1,500 soldados adicionales que se suman a los 9,500 ya apostados, y se han intensificado los controles migratorios y las acciones contra el crimen transnacional, particularmente en las modalidades de trata de personas y tráfico ilegal de migrantes.

Durante su intervención, Álvarez reconoció los esfuerzos de la representante especial del secretario general de la ONU para Haití, María Isabel Salvador, y de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. No obstante, criticó la falta de control sobre el tráfico de armas y municiones, que ha fortalecido a las organizaciones criminales al punto de superar en capacidad bélica a la policía haitiana y a la misión internacional de seguridad.

El canciller denunció también el decomiso reciente de un cargamento de 36,000 cápsulas y armas de fuego procedentes de Estados Unidos con destino a Haití. Señaló que algunas bandas controlan puertos privados en Puerto Príncipe, lo que les permite recibir armamento ilegal. Incluso mencionó que han recurrido a la piratería, asaltando embarcaciones en alta mar y secuestrando marineros, lo que evidencia una red de crimen organizado transnacional bien articulada.

“Es imperativo poner en vigencia de una vez por todas las sanciones contra las personas e instituciones que financian y protegen el crimen organizado, duplicar la vigilancia para fortalecer el embargo de armas y municiones y elaborar una estrategia efectiva contra el crimen organizado”, subrayó Álvarez.

Criticó, además, la lentitud en la aplicación de sanciones internacionales: “Resulta inconcebible que hasta el momento solo cinco criminales hayan sido sancionados sin que se identifiquen a los facilitadores individuales e institucionales”.

En cuanto a los esfuerzos multilaterales, expresó el respaldo dominicano a la propuesta del secretario general de la ONU para una estrategia de doble vía: una misión multinacional respaldada por una oficina de apoyo de Naciones Unidas. Aunque reconoció que una operación de paz a gran escala no es viable por el momento, insistió en la necesidad de fortalecer de forma urgente la misión existente, dotándola de una estructura especializada, objetivos definidos y capacidad operativa para enfrentar a las bandas criminales.

Álvarez finalizó su intervención con un llamado a la acción inmediata, advirtiendo que no enfrentar con decisión esta crisis podría derivar en un conflicto regional de gran escala. “Este es el momento decisivo para la acción coordinada y la responsabilidad compartida. No podemos permitirnos fallar otra vez al pueblo haitiano, ni permitir que esta crisis se convierta en una catástrofe internacional”.

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