Somos Pueblo – El Hospital Regional Universitario Jaime Mota, en Barahona, enfrenta un panorama de abandono que pone en riesgo la salud de pacientes y visitantes. Goteras en el techo, paredes deterioradas, baños pestilentes y basureros desbordados forman parte del día a día en un centro donde la suciedad convive con la atención médica.
Durante un recorrido se constató cómo guantes quirúrgicos, jeringuillas usadas y fundas con desechos hospitalarios permanecen en pasillos, mientras el olor de pintura invade áreas donde pacientes reciben asistencia. La precariedad se agrava en internamiento y cuidados intensivos, donde familiares deben llevar sus propias sillas ante la falta de mobiliario.
La situación genera indignación entre médicos, pacientes y visitantes, quienes denuncian la falta de supervisión y gestión eficiente. El descuido y la insalubridad se han vuelto costumbre en un hospital que debería ser referente de atención digna en la región sur.