La cédula de identidad y electoral de la República Dominicana se ha convertido en un tema de gran relevancia desde finales de 2024, luego de que venciera el modelo vigente y surgieran interrogantes sobre el proceso de renovación, su vigencia futura, el formato y las tecnologías que serán implementadas.
El documento, que mantiene el mismo diseño desde 2014, presentaba ya la necesidad de una actualización, debido a que los datos impresos eran considerados de fácil manipulación y reproducción. La renovación busca fortalecer los mecanismos de verificación de identidad y reducir los riesgos de fraudes o trámites realizados sin el consentimiento de los titulares, situaciones que han generado diversos conflictos legales en los últimos años.




