El Gobierno del presidente Donald Trump anunció la puesta en marcha de un proceso de revisión y reentrevista para determinados refugiados que fueron admitidos en Estados Unidos durante la administración de Joe Biden, según un memorando interno fechado el 21 de noviembre y una fuente vinculada al plan. La medida forma parte de una evaluación amplia del sistema de admisión y representa un paso sin precedentes dentro de la política migratoria actual, esta vez enfocado en una de las poblaciones consideradas más vulnerables.
De acuerdo con el documento, los refugiados —quienes ya habían demostrado persecución o riesgo de persecución en sus países de origen y superado múltiples controles antes de ingresar al país— podrían ser llamados nuevamente por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS). El objetivo, según se detalla, es confirmar que estas personas no representan una amenaza para la seguridad nacional o pública.
La administración Trump ha expresado dudas sobre la rigurosidad del proceso de verificación aplicado durante el mandato de Biden, pese a que el programa de admisión de refugiados ha contado tradicionalmente con respaldo bipartidista. Desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, el número de personas admitidas bajo esta categoría ha disminuido de forma notable, con excepciones puntuales, entre ellas solicitantes sudafricanos blancos. Entre los años fiscales 2021 y 2025, aproximadamente 235.000 refugiados ingresaron al país tras completar los procedimientos oficiales de admisión.
