Somos Pueblo – El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reiteró su acusación de que el reciente despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe y el Pacífico tiene la «intención real» de sacarlo del poder. Lo hizo ayer en una multitudinaria marcha cívico-militar convocada por el oficialismo en Caracas, un evento que subraya la creciente tensión con Washington. La información fue reportada originalmente por The Associated Press.
Vestido con traje camuflado y rodeado de altos mandos militares, Maduro afirmó ante la Academia Militar que las operaciones del Pentágono «no tienen nada que ver con combatir el narcotráfico», sino que forman parte de un plan para provocar un cambio de régimen. «Nosotros tenemos que ser capaces de defender cada palmo de esta tierra bendita de cualquier amenaza o agresión imperialista, venga de donde venga», sentenció, advirtiendo que está «prohibido fallar» en esta coyuntura decisiva.
El contexto de la marcha es el despliegue de fuerzas estadounidenses que, desde septiembre, han ejecutado operaciones navales contra embarcaciones presuntamente vinculadas al narcotráfico en aguas internacionales. Aunque la Casa Blanca sostiene que estas acciones buscan golpear a los cárteles latinoamericanos, Caracas insiste en que se trata de «una ofensiva para justificar una intervención y derrocar al gobierno», lo que ya ha provocado la cancelación en cascada de varios vuelos internacionales.
Para reforzar su narrativa antiimperialista, el oficialismo desplegó potentes símbolos históricos durante el recorrido. Se exhibió la espada enjoyada conocida como «Sol del Perú», obsequiada a Simón Bolívar en 1825. Esta reliquia buscó trazar un paralelismo entre las gestas libertarias del siglo XIX y el actual enfrentamiento con Estados Unidos, encarnando la defensa de la «Revolución Bolivariana» iniciada por Hugo Chávez.




