Un ciudadano presentó una denuncia por presunta mala práctica médica ocurrida en el Hospital Dr. Darío Contreras, tras someterse a una cirugía de quiste y varicocele que, según su testimonio, derivó en graves consecuencias para su salud y su vida cotidiana.
De acuerdo con la versión ofrecida por el denunciante, la intervención fue realizada por una especialista identificada como la Dra. Fermín. Días después del procedimiento, estudios médicos habrían determinado la presencia de una gaza quirúrgica olvidada en su cuerpo, situación que —según afirma— obligó a nuevas intervenciones para la extracción del material y a curas posteriores que describe como especialmente dolorosas.
El afectado sostiene que las secuelas físicas y emocionales derivadas del proceso lo condujeron a un cuadro de depresión profunda. Asimismo, señala que el estrés asociado a su condición habría precedido a un derrame cerebral que le provocó parálisis parcial, lo que actualmente lo mantiene dependiente de terapias para poder mantenerse en pie. Estos señalamientos forman parte de su denuncia y no han sido confirmados por una autoridad médica independiente en el texto original.
En el plano judicial, el caso fue conocido por el Ministerio Público, que solicitó prisión preventiva al considerar la gravedad del daño denunciado. No obstante, la jueza a cargo del proceso dispuso la imposición de medidas de coerción no privativas de libertad, consistentes en presentación periódica e impedimento de salida del país.
El denunciante ha pedido que las autoridades hospitalarias y el sistema de justicia actúen con mayor rigor frente a lo que considera un caso de alta gravedad. El proceso continúa su curso en las instancias correspondientes, en espera de que se determinen responsabilidades conforme a la ley.
