Somos Pueblo – Santo Domingo, 9 de julio de 2025 — Las aerolíneas dominicanas enfrentan serias limitaciones de competitividad en el mercado internacional debido a elevados costos operativos e impositivos, lo que coloca a la República Dominicana entre los países más costosos para operar una aerolínea en el continente americano. Esta situación contrasta con los esfuerzos del país por posicionarse como un actor relevante en la aviación comercial regional.
La firma del acuerdo de “Cielos Abiertos” con los Estados Unidos en 2024 fue considerada un paso importante para liberalizar el acceso de aerolíneas dominicanas al mercado estadounidense. Sin embargo, el entorno operativo actual dificulta que las compañías locales compitan en igualdad de condiciones con aerolíneas de mayor tamaño y eficiencia, especialmente en un entorno donde el precio del pasaje es un factor determinante para los viajeros.
Uno de los principales indicadores de competitividad en el sector es el “Costo por Asiento Disponible por Milla” (CASM, por sus siglas en inglés), métrica que mide el costo de operación por unidad de asiento. Las grandes aerolíneas internacionales logran reducir su CASM mediante economías de escala, mientras que las aerolíneas más pequeñas dependen de mantener bajos sus costos operativos para competir en precio.
En el caso dominicano, el alto nivel de impuestos y cargas operativas eleva significativamente el CASM, lo que repercute directamente en el precio final del pasaje. Esto representa una desventaja significativa frente a competidores regionales, particularmente en un mercado donde el principal perfil de pasajero es el vacacionista, altamente sensible a las variaciones de precio.
La elasticidad precio de la demanda, concepto económico que mide la reacción del consumidor ante cambios en el precio, cobra especial relevancia en el contexto dominicano. A diferencia del pasajero de negocios, que valora la puntualidad y calidad del servicio, el pasajero vacacional suele tomar decisiones principalmente en función del costo del boleto aéreo. Este perfil domina el tráfico de pasajeros en el país, dado su posicionamiento como destino turístico de playa.
En este contexto, la estructura fiscal y los costos operativos se convierten en variables críticas no solo para la rentabilidad de las aerolíneas dominicanas, sino también para la competitividad del país como destino turístico. Expertos del sector han señalado que, sin una revisión del marco regulatorio y fiscal, será difícil que las aerolíneas locales puedan competir eficazmente con grandes operadores internacionales en rutas clave, particularmente hacia Norteamérica.
La situación plantea desafíos para las políticas públicas orientadas a fortalecer la aviación civil y el turismo, sectores estratégicos para la economía dominicana.