Santo Domingo. A pocos días de concluir su mandato como ministro de Educación, Ángel Hernández ha hecho un balance de su gestión, resaltando los avances logrados y defendiendo las medidas adoptadas. Sin embargo, su administración no ha estado exenta de controversias, con denuncias sobre irregularidades en la ejecución del presupuesto y críticas a la calidad del sistema educativo.
Un balance positivo según Hernández
El ministro aseguró que logró cumplir los objetivos que se propuso desde su llegada al cargo en 2022, destacando la mejora del aprendizaje en los primeros ciclos de Primaria como su mayor logro. «Lograr que la gente retome la idea de que lo importante es el aprendizaje de los niños, ese es mi mayor legado», afirmó durante un encuentro con medios de comunicación.
Según datos oficiales, 427,611 alumnos fueron beneficiados en el período 2023-2024 con programas de alfabetización. También destacó el aumento en la inversión para la formación docente y la supervisión de los procesos pedagógicos, asegurando que esto ha tenido un impacto positivo en el rendimiento académico de los estudiantes.
Además, Hernández afirmó que su administración sentó las bases para la continuidad de reformas clave en el sistema educativo. No obstante, advirtió que se necesita estabilidad para consolidar los avances alcanzados.
Orden y disciplina: su eje central
Otro de los pilares de su gestión, según el ministro, fue la imposición de disciplina en el sistema educativo. Se desvincularon más de mil docentes por faltas graves, incluyendo casos de profesores en nómina que residían fuera del país y otros condenados por delitos como acoso sexual y violencia. Esta medida generó resistencias, especialmente por parte del sindicato de maestros, pero Hernández aseguró que no podía dar marcha atrás en su compromiso con la integridad del sistema.
«El sistema ha sido debilitado durante mucho tiempo. Si algo he aportado en estos años, es un poco de disciplina», sostuvo. Enfatizó que el cumplimiento de las normas por parte de docentes y directivos es esencial para garantizar una educación de calidad, llamando a la sociedad y a los padres a ser vigilantes del desempeño de las escuelas.
Denuncias de irregularidades y críticas a su gestión
A pesar de sus declaraciones optimistas, su administración ha sido objeto de severas críticas, particularmente en lo referente a la transparencia del manejo de los fondos públicos. La Cámara de Cuentas y otros organismos han identificado presuntas irregularidades en la ejecución del presupuesto educativo, lo que ha generado preocupaciones sobre posibles casos de corrupción.
Entre las principales controversias de su gestión destacan:
- Contrataciones irregulares: Investigaciones periodísticas han revelado anomalías en licitaciones de libros de texto y equipos tecnológicos, en las que empresas sin experiencia previa resultaron beneficiadas con contratos millonarios.
- Escuelas inconclusas: A pesar del presupuesto asignado, decenas de planteles escolares permanecen en construcción o en condiciones deplorables, afectando a miles de estudiantes.
- Compra de dispositivos electrónicos: Denuncias indican sobreprecios en la adquisición de equipos tecnológicos para estudiantes y docentes, muchos de los cuales nunca fueron entregados.
Hasta el momento, el Ministerio de Educación no ha dado respuestas claras sobre estas denuncias ni se han anunciado investigaciones oficiales sobre los casos.
El reto de las Pruebas PISA 2025
Hernández también destacó los esfuerzos realizados para mejorar el desempeño del país en las Pruebas PISA 2025, un examen internacional que mide la calidad educativa en matemáticas, lectura y ciencias. Se capacitó a 800 docentes y se preparó a más de 300,000 estudiantes en 272 escuelas seleccionadas a nivel nacional.
Sin embargo, el ministro criticó la comparación de la educación dominicana con la de países desarrollados como Finlandia o Japón, argumentando que las diferencias estructurales y culturales hacen que la evaluación no sea del todo justa.
«Los países de Oriente y Europa tienen una cultura y disciplina impresionantes que no tenemos nosotros. Aquí hay una enorme flexibilidad que permite que se cometan los errores que se cometieron», expresó, justificando el bajo desempeño de la República Dominicana en evaluaciones previas.
Bono educativo: una opción inviable
Sobre la posibilidad de implementar un bono educativo que permita a los padres costear la educación en el centro de su elección, Hernández indicó que no lo ve viable en el contexto dominicano. Explicó que el modelo fue aplicado en Chile durante el gobierno de Augusto Pinochet y sigue vigente en algunos países, pero que en República Dominicana la estructura presupuestaria del Ministerio de Educación no lo permitiría. «El 100 % de las pensiones de los maestros, los salarios y la alimentación escolar están cubiertos por el ministerio. Esto haría inviable un modelo de bono educativo», argumentó.
El futuro de la educación y los retos pendientes
Con la salida de Hernández del ministerio, el sistema educativo dominicano enfrenta importantes desafíos. La mejora en la calidad del aprendizaje, la continuidad de las reformas y la transparencia en el manejo de los recursos públicos son algunos de los puntos que la próxima administración deberá abordar con urgencia.
Mientras el ministro saliente se despide destacando sus logros, la comunidad educativa y la sociedad civil exigen respuestas claras sobre las denuncias de corrupción y esperan que las nuevas autoridades asuman con firmeza el compromiso de transformar la educación en el país. El futuro del sistema dependerá de la capacidad del nuevo gobierno para garantizar que las promesas de mejoría se traduzcan en resultados concretos para los estudiantes dominicanos.