La celebración de Año Nuevo en Nueva Orleans, Luisiana, se convirtió en tragedia cuando una camioneta eléctrica Ford F-150 arrolló a una multitud en la calle Bourbon, en el corazón de la ciudad, durante la madrugada de este miércoles. El incidente dejó al menos 10 personas fallecidas y 35 heridas, según informaron las autoridades locales.
La alcaldesa de Nueva Orleans, LaToya Cantrell, calificó el suceso como un “ataque terrorista” en una declaración oficial. La Oficina Federal de Investigación (FBI) confirmó que el hecho está siendo investigado como un acto de terrorismo, indicando que el conductor del vehículo, quien actuó con la intención de causar el mayor daño posible, fue abatido por la policía.
La superintendente de policía, Anne Kirpatrick, declaró que el atacante disparó desde su vehículo, hiriendo a dos agentes, quienes se encuentran estables. “Este individuo estaba decidido a causar una carnicería masiva”, señaló Kirpatrick, enfatizando que no fue un accidente, sino un acto deliberado.
Las autoridades locales y federales continúan trabajando en el caso para determinar las motivaciones detrás de este atentado que enluta las festividades en Nueva Orleans.
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