20.9 C
Santo Domingo
miércoles, enero 22, 2025

Bahía de Manzanillo: Desesperanza entre promesas de “desarrollo” para pescadores y ecoturismo

- Anuncio -

MONTECRISTI.- Más de cien pescadores artesanales de la Bahía de Manzanillo y sus familias se preparan para una Navidad triste y sin un futuro seguro debido a la construcción de un puerto para dos plantas de energía en plena área protegida del Parque Manglares de Estero Balsa. Frank Valenzuela, presidente del Centro Bahía de Manzanillo para el Desarrollo Regional (Cebamder), denunció que la comunidad enfrenta un futuro sombrío ante la falta de compromisos concretos por parte de la empresa Energía 2000, la cual prometió un muelle para los pescadores y un centro de recepción para el ecoturismo hace más de un año y medio.

Valenzuela explicó que la comunidad se siente desprotegida y desesperanzada, viendo cómo sus tradiciones y forma de vida se desmoronan entre estructuras de acero y cemento. La pesca artesanal y el ecoturismo, actividades clave para la identidad local y la subsistencia de las familias, se ven gravemente afectadas por la instalación del muelle y las plantas energéticas en un entorno tan sensible. Esta construcción no solo representa una amenaza económica, sino también cultural y ambiental, ya que las vibraciones constantes y el ruido de las operaciones diarias están desplazando a las especies marinas y alterando los ecosistemas que sustentan la bahía.

El Cebamder subrayó que las promesas de responsabilidad social de Energía 2000 han resultado ser mera retórica. Valenzuela destacó que las medidas propuestas por la empresa, como la siembra de 86 plantitas de mangle, son claramente insuficientes para restaurar un ecosistema que ha sido drásticamente alterado por las actividades de construcción y operación. El Cebamder y otras organizaciones locales, como Manzanillo Ecoaventura y Copadema, habían solicitado medidas más efectivas y un compromiso real con la preservación del entorno natural y la sustentabilidad a largo plazo.

La instalación del muelle en el núcleo de la bahía ha causado daños irreversibles al ecosistema marino, empujando a las especies más allá de las rutas de pesca tradicionales y obligando a los pescadores a buscar capturas cada vez más alejadas de su hogar. Valenzuela advirtió que esta situación no solo amenaza la viabilidad económica de la pesca artesanal, sino también la existencia misma de la comunidad que depende de ella. La pérdida del ecoturismo, como una fuente de ingresos alternativa y un medio para educar a los visitantes sobre la importancia de la conservación, también se ve comprometida.

La falta de compromisos concretos y efectivos para mitigar los impactos de la construcción en la bahía ha llevado a un ciclo de pobreza y desesperanza en la comunidad. Valenzuela enfatizó que las empresas energéticas, como Energía 2000, deben asumir responsabilidades serias y no solo gestos simbólicos para reparar el daño causado. La instalación de las plantas y el muelle debe estar acompañada de un plan técnico adecuado y consultas continuas con la comunidad para garantizar que las acciones emprendidas respeten el entorno natural y las necesidades locales.

El Cebamder y otros grupos de la sociedad organizada en la Bahía de Manzanillo han instado al gobierno y a las empresas involucradas a tomar acciones reales para proteger su patrimonio ecológico y asegurar un futuro sostenible para las generaciones venideras. Valenzuela concluyó instando a la inversión en la restauración de manglares, la protección de los humedales y la implementación de un desarrollo económico que no dependa únicamente del lucro a corto plazo sino que se base en la conservación y la educación ambiental. En la medida en que se ignore este clamor, el daño a la bahía y su comunidad será irreversible.

Autor: El Nuevo Diario

- Anuncio -

TOP DE ESTA SEMANA

Artículos Relacionados

`); };