Somos Pueblo. – En los primeros meses de 2025, la República Dominicana ha registrado un aumento en la demanda de divisas, lo que ha influido en la tasa de cambio, especialmente en lo que respecta al comportamiento del dólar estadounidense. Sin embargo, el Banco Central de la República Dominicana, en su habitual Página Abierta, ha señalado que esta tendencia alcista responde a factores temporales, derivados de aspectos estacionales, como la reposición de inventarios luego de las altas ventas durante el Black Friday y las festividades de diciembre. Estos factores, además de la volatilidad de los mercados financieros internacionales, han impactado el tipo de cambio en este inicio de año.
El Banco Central aclara que esta fluctuación no refleja una tendencia a largo plazo y que, por el contrario, se espera que la tasa de cambio se mantenga relativamente estable durante el resto de 2025, alrededor de su variación histórica promedio. El aumento en la demanda de dólares está relacionado con la expectativa de que las políticas arancelarias implementadas por Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, afecten la economía global. Además, las altas tasas de interés en ese país, sumadas a la inflación de 3.0% registrada en enero, por encima de la meta de mediano plazo de 2.0%, contribuyen a la fortaleza del dólar.
En este contexto, el Banco Central enfatiza la importancia de los fundamentos macroeconómicos de la economía dominicana, que sigue mostrando un panorama favorable para los mercados internacionales. Según el informe del Banco Central, la República Dominicana fue la economía de mayor crecimiento en la región durante 2024, con una expansión del 5.0%. Además, el país mantuvo la inflación interanual dentro del rango meta de 4.0% ± 1.0%, cerrando el año con una tasa de inflación de 3.35%, lo que refleja una gestión adecuada de los precios y la estabilidad económica. La inflación subyacente, que excluye los precios de los productos más volátiles, se ubicó justo en el centro del rango establecido, lo que refuerza la estabilidad del entorno macroeconómico.
El desempeño de la economía dominicana se complementa con una baja tasa de desempleo, situada en 4.8%, y un nivel récord de ocupación laboral de 5.05 millones de personas, lo que indica un mercado laboral dinámico y en expansión. Estos indicadores hacen que la República Dominicana sea vista como una de las economías más robustas de la región, con perspectivas positivas para el futuro inmediato.
No obstante, el Banco Central también hace referencia a los desafíos que enfrentan las economías emergentes en 2025. Si bien las dificultades globales podrían afectar a muchos países, la economía dominicana se espera que siga liderando la región en términos de crecimiento económico. La estabilidad económica, junto con la capacidad de la República Dominicana para mantener el control de su inflación y el empleo, ofrece una base sólida para enfrentar los retos venideros.
En cuanto a la calificación de riesgo, República Dominicana se distingue de otros países de Centroamérica. De acuerdo con la agencia Fitch, el país mantiene una perspectiva positiva en su calificación de riesgo, lo que genera confianza en los inversionistas internacionales. Esta favorable calificación es uno de los factores que impulsa las expectativas de un flujo de inversión extranjera directa (IED) superior a los US$4,700 millones para diciembre de 2025, lo que sigue consolidando la República Dominicana como un destino atractivo para la inversión.
A pesar de la volatilidad externa y de los movimientos cambiarios recientes, la economía dominicana continúa destacándose en la región por su crecimiento sostenido y su estabilidad macroeconómica. Con una inflación controlada, una tasa de empleo récord y una calificación de riesgo positiva, la República Dominicana sigue siendo un modelo de resiliencia en un entorno global incierto. Las proyecciones para 2025 son optimistas, y el país está bien posicionado para mantener su liderazgo en la región, atrayendo inversiones y garantizando un futuro económico favorable.
