Somos Pueblo. – En un reciente mensaje divulgado este lunes, Jimmy Chérizier, conocido como «Barbecue», desmintió su implicación en la masacre de La Saline, ocurrida en 2018 en los barrios marginales de Puerto Príncipe, Haití. Este ataque violento, que dejó a cientos de muertos y cientos más desplazados, fue uno de los episodios más sangrientos en la historia reciente del país vecino. Sin embargo, el líder de la coalición de bandas armadas más poderosa de Haití rechazó las acusaciones en su contra y defendió su decisión de quedarse en Haití para preservar su «dignidad».
En su mensaje, Chérizier, quien ha sido señalado como uno de los principales responsables de la violencia y el caos que afecta al país, enfatizó que, a pesar de las duras acusaciones, su permanencia en Haití no tiene relación con la masacre de La Saline, sino con su compromiso de luchar por su país. «Decidí quedarme aquí para defender mi dignidad», aseguró el líder de las bandas, desafiando las versiones que lo vinculan con el ataque.
El cuestionado líder de las pandillas también aprovechó la oportunidad para lanzar una afirmación polémica: «Si hubiese querido, pude haberme ido a vivir bien a la República Dominicana». Con esta declaración, Barbecue sugirió que, debido a su poder y situación, tenía la opción de huir de la violencia de Haití y establecerse en territorio dominicano, donde podría haber gozado de una vida más tranquila y alejada de la conflictividad que azota su nación.
Las declaraciones de Chérizier no solo abren un nuevo capítulo en la compleja narrativa de la violencia en Haití, sino que también plantean interrogantes sobre las conexiones internacionales de los grupos armados en la región, especialmente en relación con República Dominicana, su vecino más cercano. Aunque la afirmación de Barbecue no proporciona detalles específicos sobre cómo podría haber tenido acceso a un nuevo comienzo en República Dominicana, refleja la compleja situación de seguridad en Haití y las posibles alternativas que algunos de sus líderes violentos podrían tener ante el colapso del orden en su propio país.
En el ámbito internacional, el nombre de Barbecue es asociado con la coalición de pandillas más grande de Haití, que controla vastas áreas del país, desde Puerto Príncipe hasta zonas más rurales. Bajo su liderazgo, las bandas han sembrado el terror en diversas regiones, desestabilizando aún más una nación ya sumida en una grave crisis política, económica y social. La masacre de La Saline, que se cobró decenas de vidas y desplazó a miles, fue uno de los episodios más emblemáticos de esta ola de violencia, y desde entonces, Barbecue ha sido uno de los principales enemigos del gobierno haitiano y de las fuerzas internacionales que buscan estabilizar la región.
En cuanto a la masacre de La Saline, Chérizier ha negado su participación directa, a pesar de que numerosas investigaciones lo han vinculado con el ataque. La matanza de La Saline fue perpetrada por bandas armadas que se enfrentaron a residentes del área y dejó un saldo trágico que sigue marcado en la memoria colectiva de Haití. La violencia, sin embargo, no se ha detenido, ya que las bandas armadas continúan operando con impunidad en muchas zonas del país, exacerbando la crisis humanitaria y de seguridad.
