Santo Domingo, República Dominicana. La circulación de vehículos pesados en condiciones precarias ha generado preocupación entre los ciudadanos y las autoridades. Un video enviado a la redacción de Somos Pueblo muestra un camión transitando por la autopista Las Américas con un neumático reventado, mientras avanza a gran velocidad, desafiando no solo las normas de seguridad, sino también el riesgo evidente que representa para todos los usuarios de la vía. Este incidente refleja una grave deficiencia en la supervisión y regulación del transporte de carga en el país.
La Ley 241-67 sobre Tránsito y Transporte de la República Dominicana es clara: los vehículos con defectos mecánicos no deben estar en circulación. Sin embargo, la situación en las carreteras dista mucho de lo establecido por la normativa. La falta de inspecciones técnicas rigurosas, unida a la permisividad de las autoridades y la corrupción en los organismos encargados de regular el tránsito, ha permitido que camiones en mal estado continúen circulando, exponiendo a los conductores y peatones a un peligro constante.
Según el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT), la falta de mantenimiento en los vehículos de carga es uno de los factores más importantes en los accidentes de tránsito, especialmente en las autopistas. «El tránsito de camiones con condiciones defectuosas no solo pone en riesgo la vida de los conductores, sino que también aumenta el congestionamiento vehicular debido a accidentes que podrían evitarse con un control más estricto», comentó Juan Carlos Arias, experto en seguridad vial.
La falta de una supervisión efectiva por parte de las autoridades competentes ha mantenido este problema sin soluciones concretas. Aunque en diversas ocasiones el gobierno ha anunciado planes para modernizar el sistema de transporte y reforzar las inspecciones, la realidad demuestra que estos compromisos aún no se materializan en cambios tangibles. La ciudadanía, cansada de los anuncios vacíos, exige una acción inmediata que permita frenar el flujo de vehículos en mal estado y que garantice la seguridad vial en las principales arterias del país.
Este llamado a la acción es más urgente que nunca, ya que los camiones mal mantenidos representan una amenaza no solo para los conductores, sino para todos los que transitan por las vías. Es imprescindible que el gobierno, el INTRANT y la DIGESETT asuman un compromiso serio y establezcan políticas que garanticen un transporte de carga seguro y responsable, que frene esta peligrosa laxitud que persiste en las carreteras dominicanas.