Somos Pueblo – Los campesinos de la región de El Naranjo siguen firme en su protesta contra el proyecto hidroeléctrico impulsado por la empresa Barrick Gold, que amenaza tanto a sus propiedades, así como el suministro de agua y la preservación de los recursos naturales en la zona. Los manifestantes han intensificado su resistencia, a pesar de las represalias, que han incluido confrontaciones violentas con Militares y efectivos de la Policía Nacional, resultando en múltiples heridos. Además, la tala masiva de árboles, acelerada por la Barrick, para dar paso a la construcción de la presa ha encendido la preocupación de diversos sectores sociales, incluidos líderes religiosos y comunitarios. Esta lucha se ha convertido en un símbolo del conflicto entre el desarrollo económico y la protección del medio ambiente, mientras los residentes insisten en la necesidad de proteger el río Naranjo y sus alrededores de una posible devastación ecológica.
Los campesinos reclaman que el impacto de este proyecto afectará a la población local, ya que los quieren desalojar de sus tierras, también afectaría el acceso al agua y al equilibrio ambiental de toda la región. Como parte de sus acciones, se han mantenido firmes en el campamento, donde continúan resistiendo tanto la represión policial como los avances de la compañía minera. La presión sobre Barrick Gold sigue aumentando, mientras la comunidad internacional observa las tensiones de un conflicto que enfrenta la explotación minera con los derechos ambientales de la población dominicana.
Este episodio refleja las crecientes tensiones sociales en torno al modelo de desarrollo económico del país, en el cual la defensa de los recursos naturales se encuentra en el centro del debate público. Las autoridades nacionales aún no han tomado una postura clara sobre el futuro de la presa de Barrick Gold, pero las voces de los campesinos y activistas siguen elevándose, pidiendo justicia y una revisión profunda de los proyectos que impactan de manera directa al entorno.


