Santo Domingo. En un contexto de creciente interés internacional por los minerales críticos y tierras raras, Canadá ha expresado su disposición a colaborar estrechamente con la República Dominicana para fortalecer las cadenas de suministro de estos recursos esenciales para la tecnología y la energía. Así lo afirmó la embajadora canadiense en el país, Jacqueline DeLima Baril, durante un seminario sobre minería sostenible.
El respaldo de Canadá llega en un momento clave, poco más de un mes después de que el secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, reiterara la intención de Washington de apoyar a las autoridades dominicanas en la exploración de tierras raras. Ambos países han manifestado su interés en consolidar a la República Dominicana como un actor relevante en el sector minero global, particularmente en la explotación de minerales estratégicos.
Un interés estratégico en medio de tensiones comerciales
El anuncio de Canadá se da en medio de la disputa comercial entre Ottawa y Washington, desatada por el presidente Donald Trump, quien ha amenazado con imponer un arancel del 25% a las importaciones de aluminio y acero canadienses. Este conflicto ha generado una mayor competencia entre ambos países para afianzar relaciones con mercados estratégicos, como el dominicano.
El ministro de Energía y Minas, Joel Santos, reconoció el interés de los países norteamericanos en colaborar con la República Dominicana en la exploración y eventual certificación de reservas de tierras raras, recursos que, según señaló, «juegan un papel fundamental en el desarrollo de la tecnología a nivel mundial».
La provincia de Pedernales ha emergido como la principal zona de exploración de estos minerales, con estudios en marcha desde septiembre de 2024. Según el presidente Luis Abinader, los análisis preliminares han revelado la presencia de aproximadamente 100 millones de toneladas de tierras raras, lo que representa una oportunidad económica significativa para el país.
Minería en la economía dominicana
A pesar del interés extranjero en la minería dominicana, el sector ha mostrado un desempeño decreciente en los últimos años. Según el Banco Central, la explotación de minas y canteras experimentó una contracción del 5.2% en 2024, aunque con una leve mejoría en el segundo semestre del año.
La reactivación del sector dependerá, en gran medida, de la normalización de la producción en Pueblo Viejo, la principal mina de oro del país, operada por la canadiense Barrick Gold y la estadounidense Newmont. Actualmente, el proyecto de expansión de la mina enfrenta retos relacionados con la construcción de una nueva presa de colas y el reasentamiento de comunidades en Cotuí.
Un futuro incierto pero prometedor
El interés de Canadá y EE. UU. en la minería dominicana abre la puerta a nuevas oportunidades, pero también plantea desafíos en materia de sostenibilidad y gestión de recursos naturales. La República Dominicana se enfrenta ahora a la tarea de equilibrar el atractivo de la inversión extranjera con la necesidad de garantizar una explotación responsable de sus riquezas minerales.
Mientras el Gobierno avanza en los estudios y certificaciones de reservas, el país deberá definir el papel que jugará en el competitivo mercado global de tierras raras, en el que grandes potencias buscan afianzar su control sobre recursos clave para el futuro de la economía mundial.

