En un clima de alta tensión, Carlos Balcácer, defensor del exprocurador Jean Alain Rodríguez, protagonizó un momento de fuerte confrontación al dirigirse en términos contundentes a la fiscal que lleva el caso Medusa, acusándola de ser «rastrera» durante la audiencia preliminar.
En un clima de alta tensión, Carlos Balcácer, defensor del exprocurador Jean Alain Rodríguez, protagonizó un momento de fuerte confrontación al dirigirse en términos contundentes a la fiscal que lleva el caso Medusa, acusándola de ser «rastrera» durante la audiencia preliminar.
El caso Medusa, que ha capturado la atención pública por las serias acusaciones de corrupción contra el exprocurador Jean Alain Rodríguez, sumó un nuevo episodio a su ya controvertida tramitación. En la audiencia preliminar celebrada este miércoles, Carlos Balcácer, conocido por su defensa férrea y a menudo polémica, respondió de manera abrupta a las alegaciones de la fiscal del caso. Esta había previamente tildado las maniobras del equipo legal de Rodríguez de «rastreras», sugiriendo que intentaban dilatar el proceso judicial de forma innecesaria y obstruccionista.
El intercambio elevó el tono de una sesión ya de por sí cargada, cuando Balcácer, en un momento de claro descontento, exclamó dirigido hacia la fiscal: «¡Rastrera eres tú!» Este incidente no solo añadió dramatismo a la sesión, sino que también puso de manifiesto las tensiones que subyacen en un caso marcado por acusaciones de corrupción de alto nivel, implicando a figuras clave del pasado gobierno.
El caso Medusa se centra en acusaciones contra Jean Alain Rodríguez, quien lideró la Procuraduría General de la República desde 2016 hasta 2020. Bajo su administración, Rodríguez enfrenta alegaciones de haber encabezado una red de corrupción, involucrando malversación de fondos públicos y manipulación de contratos estatales para beneficio personal y de sus asociados.
La jornada en la corte dejó en claro que el caso Medusa está lejos de ser un proceso judicial ordinario. Las fuertes palabras de Balcácer resuenan como un símbolo de las batallas legales y mediáticas que aún están por librarse. Mientras el sistema judicial busca navegar estos turbulentos procedimientos, la ciudadanía observa atentamente, esperando que se haga justicia en uno de los escándalos más notorios de la historia reciente dominicana.
