Como lo ha hecho por los últimos 65 años, el viejo se levanta a las 4:45 am con una disciplina militar admirable. No niega que a sus casi 80 años le pesa un poco más levantarse, le duelen las piernas y le faltan fuerzas para mover su cuerpo, que ahora tiene 30 libras adicionales a las que tenía cuando era el presidente de todos y según el hacía historia. Camina lentamente al baño y cuando se para orinar, le ataca la primera sensación de ansiedad del día, ese recuerdo claro y directo de su mortalidad, de que ya esa maldita enfermedad lo ataca por tercera ocasión y sabe que es cuestión de tiempo para que se propague a otros órganos. Parado orinando se lamenta diciendo carajo todavía me falta tanto por hacer.
Termina de arreglarse, y Rosa lo espera con un jugo y el combo de pastillas que pasan de más de 20, ya el sabe que tiene que beberlas en otros momentos su cabeza dura hacia que no se la bebiera y luego venían las consecuencias. El desayuno tradicional ya no es el mismo que antes, el salami, huevos fritos y manteca ya no lo hacen ni para el servicio, porque Papá se metía en la cocina escondido a comérselo.
En el desayuno, le ocurre el segundo episodio de ansiedad del día, los pocos dirigentes de Santo Domingo Este desayunan con él y le cuentan de la traición de Adán y como se llevó la estructura completa, el molesto piensa como ese carajito amiguito de Felipe le ha llevado toda su gente, simplemente no se lo cree.
A Las 9:00 am llegan Caro y el nieto, ahí la ansuenda se vuelve rabia, no entiende como su hija que el le ha dado todo y que la ama más que a él mismo, no le pone asunto y actúa a sus espaldas negando su autoridad «Pero ésta carajita cree que yo me morí ya!» Dice con furia.
El nieto con cara de chulo le da un beso y le habla de cómo vamos a ganar, todo un imbécil que nunca ha trabajado en su vida y se cree que sabe más que el que ha visto todo ya.
A las 12 del mediodía ha recibido 8 grupos de «dirigentes» todos planteando grandes cosas pero él ya sabe que no hacen más nada que chapear por sus chelitos, eso lo tiene desgastado.
Papá ansioso pregunta a Pepe si José Ramón llamó, su única esperanza es la promesa de su amigo Danilo, de buscarle 500 milloncitos para la convención, ese dinero debió llegar en Febrero y a 60 días del proceso no termina de llegar. El lunes pasado en la noche, en reunión con José Ramón volvieron a reafirmar la alianza y de ahí vinieron sus famosas palabras sobre la «habilitación» de Danilo, pero el dinero no llegó…
Son las 11:00 PM y el viejo se prepara para dormir, pero antes confirmar con Pepe que José Ramón no llamó ni mandó. El golpea con su puño la mesa de noche y dice con rabia «mierda coño los mafiosos estos me volvieron a joder…»
Anónimo