Santo Domingo, 1 de julio de 2025.
Somos Pueblo – Durante el último quinquenio, el comercio entre la República Dominicana y la República Popular China ha experimentado un crecimiento sostenido y robusto, consolidando al país asiático como uno de los principales socios comerciales del Estado caribeño. Sin embargo, este crecimiento se ha dado en un contexto de fuerte desequilibrio comercial, con una balanza marcadamente deficitaria para la República Dominicana.
Según datos oficiales del Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (ProDominicana), el intercambio comercial entre ambas naciones superó los 22,428.6 millones de dólares entre los años 2020 y 2024. De ese monto, más del 88.7 % corresponde a importaciones desde China, dejando a la economía dominicana con un déficit acumulado de 19,894.7 millones de dólares en dicho período.
Un flujo comercial en una sola dirección
Las cifras dejan claro que el vínculo comercial ha favorecido ampliamente a China. En 2020, las importaciones dominicanas desde el país asiático totalizaron 2,927.5 millones de dólares. Para el 2024, esa cifra se disparó hasta los 5,210.6 millones, lo que representa un incremento del 77.99 % en apenas cuatro años. Este ritmo de crecimiento contrasta con el modesto avance de las exportaciones dominicanas hacia el mercado chino, que siguen siendo escasas y concentradas en unos pocos productos primarios.
De los más de 5,000 productos involucrados en la relación comercial, los principales artículos importados desde China en este período incluyen maquinaria electrónica, teléfonos móviles, computadoras portátiles, paneles solares y productos de plástico. En detalle:
- Máquinas automáticas para tratamiento de datos (computadoras portátiles): 616.9 millones de dólares.
- Teléfonos inteligentes: 607.7 millones.
- Teléfonos móviles o de radiotelefonía: 478.5 millones.
- Paneles solares (células fotovoltaicas): 435.5 millones.
- Plásticos y manufacturas: 416.4 millones.
- Motocicletas y ciclomotores: 349.0 millones.
Estos seis productos representan una porción significativa del total importado, indicando un patrón de consumo centrado en tecnologías de uso cotidiano y energía renovable.
Exportaciones dominicanas: escasas y concentradas
En contraste, las exportaciones dominicanas a China son mucho más limitadas y dependen principalmente de materias primas. El producto más destacado ha sido el ferroníquel, seguido por minerales metálicos, tabaco en rama y algunos productos agrícolas.
Este patrón refuerza la dependencia de la República Dominicana en sectores de bajo valor agregado y escasa transformación industrial, dificultando el aprovechamiento de las oportunidades que un mercado como el chino puede ofrecer. También refleja una asimetría estructural en la capacidad productiva y tecnológica de ambas economías.
Retos y oportunidades para la política comercial
Especialistas en comercio exterior advierten que, si bien es positivo que el intercambio bilateral crezca, es urgente que el país adopte estrategias para diversificar y sofisticar sus exportaciones, así como para incentivar la producción local que sustituya parte de las importaciones.
“La relación con China es estratégica, pero también desigual. Es hora de pensar en acuerdos que no solo abran mercados, sino que fomenten inversiones chinas en la producción local para equilibrar la balanza”, señaló un consultor de comercio internacional de ProDominicana que pidió anonimato.
El desafío, dicen, es aprovechar la infraestructura de tratados, las zonas francas y los clústeres productivos para atraer manufactura, exportaciones con valor agregado y cadenas de suministro que se integren al comercio asiático.
China en América Latina y el Caribe
El caso dominicano no es aislado. China se ha consolidado como uno de los principales socios comerciales de América Latina en las últimas dos décadas. En países como Brasil, Perú o Chile, la relación incluye no solo comercio, sino también inversión directa, financiamiento para infraestructura y cooperación tecnológica.
Desde el establecimiento formal de relaciones diplomáticas entre la República Dominicana y China en 2018, se han firmado múltiples acuerdos de cooperación. Sin embargo, el desequilibrio comercial sigue creciendo, lo que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de esta relación a largo plazo si no se corrige la balanza.
Perspectivas a futuro
El gobierno dominicano, a través de instituciones como ProDominicana, ha manifestado su interés en seguir profundizando los lazos con China, pero también en fomentar la innovación, la productividad y el acceso de las pymes al mercado chino.
Programas de promoción de exportaciones, misiones comerciales y ferias internacionales se han incrementado en los últimos años. No obstante, el impacto aún es limitado en términos reales.
A medida que se consolida esta relación económica, será esencial equilibrar el dinamismo del intercambio con medidas que garanticen beneficios recíprocos y sostenibles, no solo para los grandes conglomerados, sino también para los sectores productivos nacionales que hoy enfrentan una fuerte competencia con productos chinos de bajo costo.