La modificación presupuestaria aprobada por el congreso para el 2918 supone un incremento impresionante en los gastos en bienes y servicios del Gobierno Central respecto a lo presupuestado. El incremento es de poco más de 70 mil millones de pesos: 29,500 millones principalmente para Punta Catalina, 29,500 millones para pagar deudas diversas (gastos ya efectuados), 8 mil millones principalmente para infraestructura dañada por las lluvias, y 1,700 millones para el Ministerio de Turismo.
También implica un incremento del déficit del sector público consolidado (incluyendo del Banco Central) de casi 2% del PIB, y del Gobierno Central de 1.1% del PIB. Este último resulta de la suma de los 29,500 millones para Punta Catalina, la Presidencia y otros, y los 9,700 millones en operaciones crediticias con el Banco de Reservas.
Por último, incrementa (o formaliza el incremento) en la deuda del Gobierno Central en 9,700 millones de pesos, autoriza a contratar nueva deuda con el Banco Mundial por 2,400 millones, y probablemente obligará al Banco Central a endeudarse más todavía, quizás por unos 30 mil millones más, 6% más de lo que es ahora.
Esta fue una modificación presupuestaria sin precedentes y que rompió todos los récords. La creatividad de las autoridades en el manejo fiscal no deja de sorprender. Juzgue usted mismo si será para bien o para mal.