Santo Domingo.- Las Cuevas del Pomier, uno de los patrimonios ambientales y culturales más valiosos de la República Dominicana, continúan siendo objeto de explotación a pesar de los esfuerzos por preservarlas. Según los ambientalistas Manuel Antonio Nina (Pacholi) y Domingo Abreu, no son necesarios más estudios para justificar el cese inmediato de esta actividad destructiva, que ya ha causado daños irreparables en el sitio.
En declaraciones recientes, Abreu, arqueólogo y espeleólogo, expresó su preocupación por la inacción de las autoridades frente a la continua destrucción de las cuevas. «Desde hace siete meses estamos en un vaivén con los estudios realizados, enfrentando las amenazas constantes que afectan las cuevas», aseguró. A pesar de que el Ministro de Medio Ambiente, Paíno Henríquez, ha señalado que se esperan los resultados de un último estudio para tomar decisiones, los expertos consideran que las pruebas y evidencia ya son suficientes.
El arqueólogo recordó que las investigaciones sobre las cuevas datan de más de 530 años, con el propio Cristóbal Colón encargándose de su estudio. Según Abreu, las más de 55 cuevas inicialmente documentadas han aumentado a 57, con nuevas cavidades interconectadas recientemente identificadas. Sin embargo, de las 24 cuevas cuya ubicación y entrada han sido confirmadas, nueve ya han sido afectadas por actividades mineras y otras siete por las operaciones de canteras.
Uno de los informes más recientes, elaborado por el experto estadounidense George Veni en julio de 2024, subraya la pérdida irreversible de importantes elementos culturales como las pictografías y petroglifos que se encontraban en las cavidades destruidas. Además, el informe destaca que 25 cuevas aún contienen arte rupestre, lo que exige su urgente protección. Entre las recomendaciones de Veni se incluye completar un inventario detallado de las cuevas, realizar estudios geológicos, biológicos y arqueológicos, así como establecer un programa de monitoreo para evitar más daños.
Las Cuevas del Pomier, que albergan el mayor número de manifestaciones rupestres del Caribe, son consideradas una de las joyas culturales de la región. Abreu explicó que los estudios han demostrado que las manifestaciones artísticas que se encuentran en las cuevas fueron realizadas por antiguos grupos indígenas, como los incas, mayas, niguas y arahuacos. Ante esta evidencia, los ambientalistas exigen que se tomen medidas inmediatas para proteger el sitio.
La denuncia sobre la explotación minera en la zona ha sido acompañada por la acusación de que la empresa Dominicana de Cales S.A. (Docalsa) está extrayendo piedra caliza sin cumplir con las normativas establecidas por la Ley 64-00 de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Según Manuel Antonio Nina (Pacholi), el proceso de extracción, que incluye el uso de grandes molinos y explosivos, está causando un daño irreparable al ecosistema local, afectando la flora y fauna y reduciendo el caudal del río La Toma.
Los expertos han expresado su descontento con las autoridades, particularmente con las recientes declaraciones del presidente Luis Abinader, quien, según Abreu y Nina, no ha mostrado una respuesta contundente ante la gravedad de la situación. Ambos ambientalistas afirmaron que, a pesar de haber sido invitados al Palacio Nacional para tratar varios temas, la cuestión de las Cuevas del Pomier solo se abordó superficialmente, lo que genera sospechas sobre posibles negociaciones entre el gobierno y las empresas mineras.
«Lo que se necesita es sacar a las empresas de la zona, no más estudios», concluyeron los ambientalistas, advirtiendo que, de no tomarse acciones inmediatas, las Cuevas del Pomier podrían perderse por completo, llevando consigo un irremplazable tesoro cultural e histórico.