Somos Pueblo. – El expresidente Danilo Medina rompió su silencio sobre los escándalos de corrupción que involucran a su familia, específicamente a sus hermanos Alexis y Carmen Magalys Medina. Durante una entrevista en el programa radial Sol de la Mañana, Medina aseguró que sus familiares están siendo víctimas de una persecución política, impulsada por lo que él califica como una guerra judicial o lawfare.
Medina, quien fue líder del gobierno entre 2012 y 2020, se pronunció en defensa de su familia, acusada en el caso de corrupción administrativa denominado Antipulpo. La investigación, que involucra a varios exfuncionarios y allegados del exmandatario, ha destapado una serie de irregularidades relacionadas con la gestión pública y contratos millonarios, generando un amplio debate en el país.
Medina señaló que la persecución judicial contra su familia es una manifestación de un fenómeno político que afecta a muchos países de la región, conocido como lawfare, o guerra judicial. Según explicó, este fenómeno consiste en el uso del sistema judicial como una herramienta para deslegitimar a los opositores y, en su caso, para desacreditar su administración y su figura. «Mis familiares son víctimas de ser hermanos de Danilo Medina, por eso están presos y por eso los persiguen», afirmó, agregando que la situación es un claro ejemplo de cómo la judicialización de la política ha sido utilizada para dañar su imagen y la de su familia.
La declaración de Medina se produce en un contexto donde la justicia dominicana, bajo el liderazgo del actual presidente Luis Abinader, ha intensificado las investigaciones de corrupción en varias administraciones pasadas. El caso más mediático ha sido el de Antipulpo, donde Alexis Medina, hermano del exmandatario, ha sido imputado por su presunta participación en una red de corrupción que manipulaba contratos del Estado.
En su defensa, Medina relató cómo, desde los primeros días de su segundo mandato, se comenzó a generar una campaña mediática en su contra. Recordó que, a pesar de haber sido electo con un respaldo del 62% de los votos en las elecciones de 2016, ya se había comenzado a crear un ambiente de desinformación, con movimientos de protesta que, a su entender, tenían como único propósito desacreditar a su gobierno. «¿Cómo se explica que a un gobierno que fue elegido con un 62% de los votos le montaran un movimiento de protesta?», cuestionó el exmandatario, aludiendo a lo que considera un intento de socavar su legitimidad.
Medina también hizo referencia a las imágenes que circularon en la prensa, en las que él y el expresidente Leonel Fernández aparecían tras las rejas, acusados de corrupción. Estas imágenes, que fueron parte de una campaña mediática en su contra, según Medina, tenían la intención de asociarlos con actividades ilícitas y presentarlos como delincuentes. «A mí y a mi familia nos montaron una campaña de difamación, que no hacía sentido hablar sobre ella, porque no te permitían que hablara», explicó.
Uno de los momentos más álgidos de la entrevista fue cuando el expresidente recordó el caso de Punta Catalina, la planta termoeléctrica construida durante su gestión. En su intervención, destacó que, a pesar de haber designado una comisión de notables para investigar la obra, algunos sectores de la oposición y los medios de comunicación crearon un escándalo infundado, acusando a su gobierno de corrupción. «Inventaron la campaña de que Punta Catalina era el cuerpo del delito para meterme preso», sostuvo Medina, refiriéndose a lo que considera una falsedad construida con fines políticos.
Medina también apuntó contra la estrategia de judicialización de la política que, según su visión, ha sido utilizada para manipular la opinión pública y debilitar a los opositores políticos mediante el uso de la justicia. Al respecto, manifestó que, aunque su familia ha sido objeto de investigaciones, su confianza en que la justicia prevalecerá sigue intacta, pero subrayó que el daño a su imagen y la de su entorno ya ha sido significativo.
