Punta Cana, República Dominicana.- La situación de las calles en la zona de Punta Cana-Bávaro se ha convertido en un grave problema de infraestructura que afecta tanto a conductores como a peatones, generando constantes accidentes y poniendo en riesgo la seguridad de todos. A pesar de que la región es uno de los destinos turísticos más importantes del país, los problemas viales continúan siendo una preocupación constante entre los residentes y visitantes.
Recientemente, se realizó un levantamiento exhaustivo sobre el estado del asfalto en las principales calles de la zona, el cual deja en evidencia el pésimo estado de la carretera. Según testimonios y los videos que acompañan esta denuncia, el deterioro de las calles es tan avanzado que representa un peligro inminente para quienes transitan por ellas.
En el video, muestran los baches, huecos y grietas que invaden varias de las vías más transitadas de Punta Cana-Bávaro. En algunos tramos, los conductores se ven obligados a maniobrar con extrema precaución para evitar accidentes.
Además de la evidente peligrosidad, el deterioro de las calles también tiene un impacto negativo en la economía local. Los turistas, que en su mayoría transitan por las vías de esta zona, se ven igualmente afectados, ya que las malas condiciones de las calles generan una mala imagen del destino, lo que podría influir en la decisión de muchos a la hora de escoger su próximo destino vacacional.
A pesar de que las autoridades locales están al tanto de la situación, las promesas de reparación y mantenimiento de las calles siguen siendo incumplidas. En las últimas semanas, se han hecho algunos intentos por realizar trabajos superficiales, pero estos no han sido suficientes ni efectivos para resolver el problema de fondo.
Es urgente que las autoridades tomen cartas en el asunto y se inicien trabajos de rehabilitación y mantenimiento adecuados para garantizar que las calles de Punta Cana-Bávaro sean seguras tanto para los residentes como para los turistas. El deterioro de la infraestructura vial no solo pone en peligro a la población, sino que también afecta la imagen de uno de los destinos turísticos más importantes del país.