En el sector público dominicano, las discrepancias salariales han generado controversia, con asistentes técnicos ganando más que ministros y directores con salarios superiores al del presidente de la República. A pesar de contar con una nómina estatal que registra entre 700,000 y un millón de empleados, las iniciativas para fiscalizar y regular estos salarios no han prosperado, incluyendo un anteproyecto de ley que sigue sin despacharse desde la Consultoría Jurídica del Poder Ejecutivo.
Por ejemplo, un asistente técnico en Edesur Dominicana percibe un salario mayor que cualquier ministro, y un director del Banco Central de la República Dominicana gana más que el presidente Luis Abinader. Este problema, sin embargo, no ha sido abordado con la profundidad necesaria, a pesar de ser un tema espinoso que afecta la equidad salarial en el Estado.
Existen puestos que justifican salarios elevados debido a sus altos requerimientos académicos y técnicos, como los del Banco Central y los organismos de regulación financiera y fiscal. Sin embargo, otros cargos son ocupados por políticos sin criterios profesionales específicos, lo que genera una desigualdad notoria.
La Ley 105-13 sobre Regulación Salarial del Estado establece un rango de sueldos que va desde menos de 10,000 pesos hasta más de 1,600,000 pesos. No obstante, el ministro de Administración Pública, Darío Castillo, considera que esta normativa es defectuosa debido a los topes salariales. Actualmente, el presidente de la República gana 450,000 pesos mensuales, mientras que algunos directores y ministros ganan más, en contradicción con lo estipulado por la ley.
En julio de 2022, durante la pandemia del COVID-19, el superintendente de Electricidad y su Consejo Directivo se aumentaron el salario en un 26 %, lo que generó críticas, incluyendo las del presidente Abinader. Este evento llevó al MAP a proponer una modificación de la Ley 105-13, aunque dicha propuesta aún no ha sido sometida al Congreso Nacional. Esta nueva propuesta eliminaría los topes salariales y establecería una base más clara para la creación de escalas salariales, permitiendo la captación de mejores talentos.
