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martes, diciembre 16, 2025

Editorial: Cuando el pueblo se levanta

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Generalmente, las transformaciones de una sociedad no las hacen los políticos. Se logran desde el pueblo que, en su conciencia, luchan por justicia, equidad social y el bienestar común de los ciudadanos.

Las promesas vacías de los políticos en países más avanzados son solo palabras que se lleva el viento, aquí es muchas veces palabra de rey. El poder de un pueblo unido es el real catalizador de movilizaciones y de los cambios profundos que amerita la sociedad.

Como dominicanos estamos acostumbrados a ser obedientes, al “deja eso así”, a que nada nos asombre y a que se vulneren nuestros derechos esenciales, aunque no cumplamos con muchos de nuestros deberes, pero eso es otro tema para discutir.

El ejercicio de este domingo frente al Palacio de Justicia de Ciudad Nueva es solo una pequeña muestra de la presión que podemos ejercer cuando nos unimos, cuando luchamos por una causa común y cuando nos hartamos de los atropellos y abusos de quienes están llamados a servirnos, no a servirse de nosotros.

Los pueblos no solo logran cambios, también tumban Gobiernos, como pasó en Nepal y Bulgaria para mencionar dos casos recientes, lo que pasa con el nuestro es que sigue dormido, pero tenemos la fe en que poco a poco lo vamos a despertar.

Ese letargo en el que estamos inmersos es evidente cuando escuchamos a personajes “prominentes” pedir que dispersen a quienes protestan de manera pacífica a bombazos, cual si se tratara de entes beligerantes que atentan contra la paz. ¡No! Son personas como usted y yo que despertamos que nos cansamos de que nos cojan de pendejos y de que nos roben lo que trabajamos honradamente.

Porque no basta con ser un pueblo noble y trabajador, sino que debemos exigir lo que nos corresponde y salir del yugo aplastante que ha impuesto la clase política dominicana desde la fundación de la República.

La prisión preventiva de Santiago Hazim es solo una pequeña victoria, una batalla ganada, porque el arresto domiciliario a los tres empresarios involucrados en el desfalco a Senasa al igual que la no inclusión en el expediente de otros nombres que pudieron tener también responsabilidad criminal es una prueba que nuestra justicia no es ciega.

Y ya estamos atentos, no vamos a bajar la guardia. Lo que exigimos no es venganza es justicia y consecuencias acorde con los hechos cometidos, no premios a quienes se dieron cuenta que ser chivatos es más conveniente que solapar los actos de latrocinio de un dirigente político.

Confiamos en que este sea el primer paso de una supervisión ciudadana que nos sirva para construir una República Dominicana más justa, en inicio, para luego continuar con otras luchas que nos sirvan para dejar un mejor país a las generaciones por venir.

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