Somos Pueblo — La secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Kristi Noem, aseguró este viernes que más de un millón de migrantes en situación irregular han abandonado el país por su cuenta desde que el presidente Donald Trump retomó el poder el 20 de enero.
Según Noem, la cifra se debe a la política migratoria de “mano dura” impulsada por la actual administración, que incluye el cierre casi total de la frontera con México, el despliegue de 1,500 militares en la zona y el fomento de la autodeportación mediante la aplicación móvil CBP Home.
“No cumplen la ley si están aquí ilegalmente”, afirmó Noem, quien subrayó que más del 70 % de los migrantes arrestados tienen antecedentes penales o cargos pendientes, mientras que el resto enfrenta órdenes de deportación definitivas.
En los últimos meses, las detenciones se han multiplicado en todo el país mediante redadas en tribunales, viviendas y lugares de trabajo. Noem destacó que por primera vez en la historia, Estados Unidos lleva tres meses consecutivos sin registrar ingresos de migrantes ilegales por la frontera sur.
Trump también ha ordenado reforzar el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) con 10,000 nuevos agentes, para los cuales ya hay más de 80,000 solicitantes. Sin embargo, la funcionaria acusó a algunos gobernadores y alcaldes de “ciudades santuario” de obstaculizar los esfuerzos de deportación.
Mientras el gobierno celebra estos resultados, organizaciones como Human Rights Watch han denunciado condiciones precarias en los centros de detención, con hacinamiento, falta de higiene y luces encendidas permanentemente.
