El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, anunció este martes la implementación de la ley marcial en una decisión que, según él, busca salvaguardar el país ante lo que calificó como «amenazas comunistas» provenientes de Corea del Norte y «fuerzas antiestatales» alineadas con el régimen norcoreano.
En un mensaje transmitido por el canal nacional YTN, Yoon justificó la drástica medida asegurando que es necesaria para proteger el orden constitucional y garantizar la libertad de los ciudadanos surcoreanos. “Declaro la ley marcial para liberar a la República de Corea de las amenazas de las fuerzas comunistas norcoreanas y para erradicar a las despreciables fuerzas antiestatales pro-Corea del Norte que están saqueando la libertad y felicidad de nuestro pueblo”, afirmó con firmeza durante su discurso.
Esta decisión, inesperada y controversial, ha generado incertidumbre tanto dentro como fuera del país, especialmente por las implicaciones que conlleva para la libertad y la estabilidad democrática de la región. La comunidad internacional observa de cerca los acontecimientos, mientras analistas evalúan el impacto de esta acción en las tensas relaciones entre ambas Coreas.
