SAN SALVADOR. – En una decisión histórica, el Congreso de El Salvador aprobó una reforma constitucional que elimina el financiamiento público a los partidos políticos. El presidente Nayib Bukele confirmó la medida este miércoles, asegurando que con ello se cumple una promesa hecha a la ciudadanía.
“Prometimos eliminar la Deuda Política. La gente nos reclamó que aún no habíamos cumplido la promesa. Nos tardamos un poco, pero escuchamos al pueblo y este día estamos cumpliendo. No más financiamiento de partidos políticos con el dinero del pueblo”, escribió Bukele en la red social X.
La Asamblea Legislativa, controlada por el partido oficialista Nuevas Ideas (NI), ratificó la reforma en una sesión plenaria que también permitió modificar el procedimiento de enmiendas constitucionales. Entre los principales cambios, la iniciativa elimina el mecanismo de deuda política, con el cual el Estado otorgaba fondos a las organizaciones partidarias para sus actividades y campañas electorales.
El diputado Caleb Navarro, de Nuevas Ideas, destacó que la reforma responde a una demanda ciudadana. «El pueblo ya no quiere que su dinero se gaste en políticos. Ahora serán los partidos los que busquen cómo financiarse sin depender de los impuestos de la gente», sostuvo.
Sin embargo, sectores de la oposición han criticado la medida. Manuel Flores, secretario general del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), advirtió que la eliminación de la deuda política podría abrir la puerta a la influencia de intereses privados en la democracia salvadoreña. “El financiamiento público es clave para evitar que el narcotráfico y el crimen organizado penetren en la política, como ha sucedido en Guatemala”, argumentó Flores.
La Constitución de El Salvador, en su artículo 210, y la Ley de Partidos Políticos establecen el financiamiento estatal a las agrupaciones partidarias con el objetivo de garantizar su independencia y operatividad. Hasta ahora, los partidos recibían fondos en función de la cantidad de votos obtenidos en elecciones, pero con la reforma este sistema quedará eliminado.
Analistas políticos han expresado preocupación sobre las consecuencias de la medida. Algunos consideran que esto podría debilitar a la oposición y beneficiar al oficialismo, que cuenta con un amplio aparato de comunicación y respaldo empresarial. Otros sostienen que la eliminación del financiamiento público podría derivar en un modelo donde solo los partidos con acceso a grandes donaciones privadas podrán competir de manera efectiva en las elecciones.
Por su parte, el gobierno defiende la reforma como un paso hacia la eficiencia del gasto público y la eliminación de privilegios para la clase política. «Es un acto de justicia para el pueblo salvadoreño, que ha sido explotado por los partidos tradicionales durante décadas», afirmó un portavoz de la presidencia.
El debate sobre las implicaciones de esta reforma continuará en los próximos meses, especialmente en el contexto de las próximas elecciones, donde los partidos tendrán que adaptarse a un nuevo esquema de financiamiento sin recursos estatales.