En 2016, Luis Abinader, entonces líder opositor en la República Dominicana, criticaba fuertemente la gestión fiscal del gobierno, oponiéndose a la idea de una reforma tributaria. En lugar de aumentar impuestos, Abinader planteaba que el verdadero problema radicaba en el desorden y el gasto excesivo del Estado. Años más tarde, ya como presidente, su administración ha propuesto una reforma fiscal, lo que ha generado críticas sobre su cambio de postura en temas de política fiscal.
Las Críticas de 2016: Gasto Excesivo y Reforma Innecesaria
El 16 de abril de 2016, Abinader publicó en X (anteriormente Twitter) una clara declaración contra el aumento de impuestos: “La solución al déficit no son más impuestos, como pretende el gobierno, sino reajustar el gasto acabando con el dispendio”. En este mensaje, Abinader expresaba su convicción de que, en lugar de recurrir a una reforma fiscal, el gobierno debía enfocar sus esfuerzos en reducir los gastos innecesarios y organizar mejor el presupuesto del Estado.
Dos días después, el 18 de abril de 2016, reiteró su posición en otra publicación: “El país no necesita una reforma fiscal para tapar la fiesta del derroche de la campaña reeleccionista, lo que necesita es organizar el gasto”. En este mensaje, Abinader hacía referencia a lo que él percibía como un gasto excesivo por parte del gobierno de turno, relacionado con la campaña de reelección del entonces presidente Danilo Medina. Su postura era clara: no era necesario aumentar la carga impositiva sobre los ciudadanos, sino poner fin a lo que él llamaba “la fiesta del derroche”.
2024: El Cambio Cambia
Ahora, en 2024, Abinader ocupa la presidencia y su gobierno personifica lo que antes criticaba. Su gobierno ha propuesto una reforma fiscal que incluye aumentos de impuestos, en respuesta a una situación económica que considera insostenible sin un ajuste en los ingresos del Estado. Este giro en su discurso ha generado controversia, y muchos recuerdan sus palabras en 2016, cuando pedía reducir el gasto en lugar de aumentar impuestos.
La defensa de Abinader ante las críticas ha sido que las circunstancias actuales son diferentes y que, a pesar de su intención inicial de evitar nuevos impuestos, el déficit fiscal y las presiones económicas globales han forzado a su gobierno a tomar decisiones difíciles para mantener la estabilidad financiera del país.
Sin embargo, su gobierno gasta miles de millones de pesos en publicidad y otros tipos de dispendio que antes criticaba.