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jueves, enero 23, 2025

Estados Unidos despliega más de mil soldados en la frontera con México como parte de la promesa de Trump

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Estados Unidos. El gobierno estadounidense inició este miércoles el despliegue de 1,500 militares en la frontera con México, cumpliendo con la promesa del presidente Donald Trump de incrementar la seguridad fronteriza y controlar el flujo de migrantes. La medida, parte de una orden ejecutiva firmada el pasado lunes, busca frenar el ingreso de personas indocumentadas al país.

Una estrategia militarizada

La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó que el despliegue responde a una estrategia del mandatario para “cerrar” el paso a los migrantes y reforzar las labores de control en la frontera sur. Por su parte, el secretario de Defensa en funciones, Robert Salesses, detalló que la operación contempla tres acciones principales:

  1. Envío de tropas y equipamiento: Se ha autorizado el traslado de tropas, helicópteros y personal especializado, además de analistas de inteligencia que apoyarán en las labores de detección y monitoreo.
  2. Transporte aéreo militar: El Pentágono colaborará con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para transportar a más de 5,000 personas detenidas en puntos críticos como San Diego, California, y El Paso, Texas.
  3. Apoyo logístico: Se movilizarán recursos para garantizar el cumplimiento de las deportaciones y la cooperación diplomática con México.

Según el Pentágono, estas acciones representan un incremento del 60 % en las fuerzas activas en la frontera desde que Trump asumió el cargo.

Migración y seguridad: un tema prioritario

El despliegue forma parte de una política más amplia que prioriza la lucha contra la inmigración irregular, una de las principales promesas de campaña del presidente Trump. Las cifras actuales de detenciones por parte de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) han llevado a la Casa Blanca a endurecer sus medidas, generando debates tanto dentro como fuera del país.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) será el encargado de coordinar las operaciones y garantizar el cumplimiento de la normativa migratoria. Paralelamente, el Departamento de Estado se ocupará de gestionar las autorizaciones diplomáticas con el gobierno mexicano para asegurar que las deportaciones se realicen bajo los términos establecidos.

Reacciones y controversias

El despliegue militar ha generado reacciones mixtas en distintos sectores. Los partidarios del presidente Trump consideran que la medida es un paso necesario para proteger la soberanía nacional y combatir las actividades ilegales en la frontera. Sin embargo, grupos defensores de los derechos humanos han expresado su preocupación por el impacto que esta militarización podría tener en las comunidades migrantes y en los solicitantes de asilo.

Mientras tanto, organizaciones internacionales y gobiernos extranjeros observan de cerca el desarrollo de esta política, que podría redefinir las relaciones entre Estados Unidos y sus vecinos del sur.

Un futuro incierto

La situación en la frontera con México sigue siendo un desafío para la administración Trump, que busca equilibrar las demandas de seguridad con las presiones internas e internacionales. A medida que estas acciones se implementen, será clave analizar su efectividad y el impacto en las relaciones bilaterales y en los derechos de los migrantes.

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