Exlíderes de la ADP y el Mescyt respaldan la eliminación de las Pruebas Nacionales
Versiones a favor y en contra de la continuidad de las Pruebas Nacionales han emergido tras el anuncio del Ministerio de Educación sobre su revisión. Establecidas en 1992 al final de los ciclos básico y medio, posteriormente se limitaron al último año, acompañadas por pruebas diagnósticas a mitad del ciclo.
El Ministro de Educación Superior, Franklin García Fermín, respalda la evaluación interna de estos instrumentos de calidad educativa, al igual que la expresidenta de la ADP, María Teresa Cabrera. En contraste, Jacqueline Malagón y Edwin Caraballo defienden su utilidad, subrayando que son esenciales para medir el desempeño educativo.
Jacqueline Malagón defiende vehementemente las Pruebas Nacionales, argumentando que son fundamentales para evaluar el aprendizaje de manera uniforme y objetiva entre todos los estudiantes. Por otro lado, María Teresa Cabrera critica su implementación y sugiere que las pruebas diagnósticas a mitad del proceso formativo podrían ser más beneficiosas para introducir mejoras en la enseñanza.
Por su parte, Educa y la Asociación Dominicana de Profesores respaldan la eliminación de las Pruebas Nacionales, abogando por métodos de evaluación más eficientes y menos costosos. Enrique de León, exsecretario general de la ADP, también apoya esta postura, señalando que las pruebas actuales no abordan adecuadamente las necesidades educativas ni identifican las fallas estructurales del sistema.
En conclusión, el debate sobre las Pruebas Nacionales continúa dividido entre aquellos que ven valor en su estandarización y quienes abogan por métodos de evaluación más flexibles y adaptativos para mejorar el sistema educativo.
