Somos Pueblo – Nueva York, 21 de julio de 2025 – Las fiestas nocturnas organizadas en distintas zonas de Nueva York con vehículos equipados con potentes sistemas de sonido —conocidos como kitipó— han generado preocupación entre residentes, quienes denuncian altos niveles de ruido, disturbios y actividades ilícitas. Ante esta situación, dueños de talleres y promotores de estos eventos proponen la creación de espacios regulados para evitar conflictos.
Luis Colón y Jeanette Beato, propietarios de Allstar Auto Solutions, un taller especializado en la instalación de sistemas kitipó en Nueva Jersey, afirmaron al New York Post que la mayoría de los entusiastas buscan celebrar de forma pacífica. Sostienen que, con la debida regulación, estas actividades podrían realizarse en áreas designadas, durante horarios establecidos, y con fines benéficos.
Colón defendió la legalidad de algunos eventos, como uno reciente en Middletown que congregó más de 400 vehículos, asegurando que contaban con permisos y presencia policial. También mencionó un próximo encuentro en Atlantic City, al tiempo que denunció una reducción significativa en su actividad comercial debido a la estigmatización del sector.
Sin embargo, residentes de barrios como Astoria, Greenpoint y Maspeth afirman que estos encuentros, que iniciaron durante la pandemia, se han vuelto incontrolables. Se extienden durante toda la noche y, según denuncias, en ellos se venden bebidas alcohólicas ilegales, se consume marihuana y se presentan espectáculos inapropiados para áreas residenciales.
Algunos ciudadanos han pedido al Ayuntamiento y al Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) que intensifiquen las acciones contra estos eventos. El NYPD ha informado que puede incautar los sistemas de sonido si son desmontables o incluso confiscar el vehículo si el sistema está integrado.
Mientras tanto, vecinos han comenzado a coordinarse en redes sociales para reportar fiestas ruidosas al 311, buscando soluciones ante lo que consideran un problema creciente.
Los promotores, por su parte, insisten en que una regulación clara podría permitir una convivencia entre su comunidad y los residentes. “Si nadie nos escucha, la gente seguirá saliendo a tocar música cuando no debe, ganándose multas y siendo arrestada”, advirtió Colón.