Somos Pueblo – La Procuraduría General de la República fue apoderada de dos nuevas querellas formales contra los propietarios de la discoteca Jet Set, presentadas por los familiares de dos de las víctimas fatales de la tragedia ocurrida el martes 8 de abril, cuando colapsó parte del techo del establecimiento ubicado en el Distrito Nacional.
Las acciones legales fueron interpuestas de manera separada por los padres de Melissa Yismel Tejeda Sosa, de 26 años, y de Gustavo Noel Suero Mella, de 37, ambos fallecidos a consecuencia del derrumbe. Las querellas fueron depositadas por el abogado Félix Humberto Portes ante la Dirección de Persecución del Ministerio Público y la Fiscalía del Distrito Nacional, entidades que llevan la investigación en curso.
Las instancias acusan directamente a los propietarios del local, Antonio Espaillat López y Ana Grecia López, señalándolos como responsables de las condiciones estructurales del edificio y de las presuntas negligencias que condujeron al fatal desenlace. Asimismo, se incluye como civilmente responsables al Estado dominicano y al Ayuntamiento del Distrito Nacional, en virtud de sus obligaciones legales en materia de supervisión, control y fiscalización de edificaciones de uso público.
Querellas que se suman a otras acciones previas
Estas nuevas acciones legales se suman a una querella anterior ya presentada por los familiares de Virgilio Rafael Aponte Cruz y Rauny Cedano, también víctimas mortales del incidente. Al igual que en las recientes instancias, esa querella también señalaba como responsables a los propietarios de la discoteca, al Estado y al gobierno municipal del Distrito Nacional.
Con esta nueva serie de demandas, el caso comienza a escalar jurídicamente, ampliando el espectro de responsabilidades civiles y penales que deberán ser determinadas por el Ministerio Público y, eventualmente, por los tribunales competentes.
Melissa Yismel Tejeda Sosa: una vida dedicada al servicio
Melissa Yismel Tejeda Sosa, de apenas 26 años, era doctora en medicina, egresada del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), y se encontraba cursando una maestría en estética y nutrición al momento de su fallecimiento. Laboraba en la Clínica Sanitas, donde se había ganado el respeto y la admiración de sus colegas por su ética, profesionalismo y dedicación a sus pacientes.
Quienes la conocieron la recuerdan como una joven entusiasta, disciplinada y profundamente comprometida con su formación académica. Participó en múltiples diplomados, seminarios y actividades formativas, consolidándose como una profesional en constante crecimiento. Su trágica muerte ha sido un golpe doloroso para familiares, amigos y compañeros de trabajo.
Gustavo Noel Suero Mella: padre, esposo y piloto
Gustavo Noel Suero Mella, de 37 años, era piloto comercial y trabajaba para una agencia de vuelos turísticos. Había viajado recientemente a República Dominicana desde el extranjero para asistir a una boda familiar. Estaba casado y era padre de tres hijos, de 5, 16 y 17 años.
Descrito por sus seres queridos como una persona solidaria, alegre y dedicada a su familia, su repentina pérdida ha dejado un profundo vacío entre los suyos. Su carrera como piloto, marcada por la responsabilidad y el compromiso, fue truncada de manera inesperada en medio de una celebración que se tornó en tragedia.
Avanza el proceso legal en medio del luto
Mientras continúan los homenajes y vigilias en memoria de las víctimas frente al local de la discoteca, donde se han colocado flores, velones y fotografías, el proceso judicial comienza a tomar forma con las nuevas querellas interpuestas.
Las acusaciones presentadas plantean una responsabilidad compartida entre los dueños del establecimiento, por presuntas negligencias en las condiciones del inmueble, y las autoridades estatales y municipales, por supuestas omisiones en la supervisión técnica y regulatoria del local.
La Fiscalía del Distrito Nacional, junto a la Dirección de Persecución del Ministerio Público, tendrá a su cargo la investigación y determinación de los hechos que dieron lugar a este siniestro, que ha generado conmoción en la opinión pública nacional y motivado cuestionamientos sobre los controles de seguridad en espacios de entretenimiento.
Una tragedia que exige respuestas
Con cada nuevo testimonio y querella, crece la presión social para que el caso no quede impune. Los familiares claman por justicia, no solo como una forma de honrar la memoria de sus seres queridos, sino también como una señal de advertencia sobre las consecuencias de la negligencia y la falta de supervisión.
El proceso judicial apenas comienza, pero las demandas civiles y penales que se acumulan contra los propietarios del Jet Set, así como contra el Estado y el Ayuntamiento del Distrito Nacional, perfilan una batalla legal que podría sentar un precedente importante sobre la responsabilidad institucional en la seguridad de espacios públicos en el país.