El Poder Ejecutivo está desarrollando una reforma tributaria con el objetivo de incrementar las recaudaciones entre un 1.5 y 1.7 % del PIB, lo que representaría cerca de 110,000 millones de pesos anuales, según fuentes extraoficiales. La administración considera que un aumento mayor podría desestabilizar la economía y afectar el crecimiento futuro, además de generar tensiones sociales.
El gobierno busca aumentar las recaudaciones fiscales para financiar infraestructuras y servicios públicos esenciales, así como reducir el déficit fiscal. La nueva Ley de Responsabilidad Fiscal limita el gasto y el endeudamiento, por lo que se hace necesario modernizar y fortalecer el sistema tributario, ampliar la base impositiva y reducir la informalidad económica.
La reforma también pretende corregir la evasión fiscal, que afecta gravemente impuestos como el Itbis y la renta, proponiendo un principio de equidad donde las empresas con el mismo beneficio neto paguen los mismos impuestos. Además, la reforma afectará tanto al Estado como al sector productivo y a los hogares, tocando aspectos de gasto e ingresos fiscales.
El aumento de las recaudaciones permitirá financiar proyectos prioritarios en seguridad, transporte, salud, agua, saneamiento, y la recapitalización del Banco Central. A su vez, las autoridades aplicarán medidas punitivas contra la evasión y revisarán los incentivos fiscales actuales.
