El candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Gonzalo Castillo Terrero, está buscando votos con una jornada de asistencialismo social basada en el reparto de pan, salchichón, salami, agua, mascarillas, gel desinfectante, huevos, plátanos y otros alimentos con su cara plasmada, y lo que muchos entienden como el colmo: gas propano.
También usa sus aviones, ya que es propietario de la empresa de aeronavegación Helidosa y su subsidiaria Aeroambulancia, para traer al país a dominicanos varados en diferentes partes del mundo por la pandemia del coronavirus que mantiene cerrado los aeropuertos, y para traer al país medicamentos contra el coronavirus.
Usa sus helicópteros, vehículos y el personal de sus empresas para fumigar pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS), advirtió que la ello no contribuye en nada a combatir el coronavirus.
Se trata de un mercadeo político que no es novedoso en el país, pues fue trillado por el Partido Reformista Social Cristiano con Joaquín Balaguer, con la llamada “Cruzada del Amor”, una especie de “brazo benefactor” del gobierno bajo la regencia de su hermana Emma.
Detrás de este esquema de campaña electoral diseñada sobre la base de la epidemia del COVID-19, hay un equipo de estrategas y asesores dominicanos y extranjeros. Este estilo de campaña que ha sido criticado por la carencia de propuestas, y guardar silencio, dando entrevistas con un enfoque autobiográfico y no sobre las interrogantes que tienen sectores, en cuanto al desempeño y las perspectivas de un posible primer mandatario.
El propio candidato presidencial del oficialismo se defiende de las críticas que recibe alegando que sus padres le inculcaron valores cristianos y lo motivaron a actuar con “corazón solidario”.
El candidato presidencial del PLD se beneficia de los programas sociales que ejecuta el gobierno a propósito de la pandemia, tanto del Plan Social de la Presidencia como del que está bajo la dirección de la vicepresidenta y candidata al mismo cargo, Margarita Cedeño, también los programas “Quédate en casa” que provee de ayuda económica y alimentaria a 1.5 millones de dominicanos, el Fondo de Asistencia Solidaria, la compra de productos agrícolas a productores, entre otras cosas buscan ayudar al candidato presidencial. Y hacer que los votantes más necesitados que reciben esas ayudas provenientes de distintas direcciones, se fijen en un mismo punto.