29.8 C
Santo Domingo
sábado, abril 12, 2025

Hija de Rubby Pérez responsabiliza a Jet Set por tragedia y anuncia demanda

- Anuncio -

Somos Pueblo — Cuatro días después del devastador derrumbe de la discoteca Jet Set en Santo Domingo, el país continúa sumido en una mezcla de luto e indignación. El saldo provisional supera las 220 víctimas mortales, muchas de ellas aún bajo los escombros del icónico establecimiento, mientras las familias enfrentan el duelo con una nueva carga: la ausencia de respuestas claras.Entre las voces que emergen en medio del dolor, una ha resonado con particular fuerza: la de Zulinka Pérez, hija del reconocido merenguero Rubby Pérez, quien perdió la vida durante una de sus presentaciones en la noche del desastre. En una entrevista reciente, Zulinka rompió el silencio para denunciar lo que considera una cadena de negligencias imperdonables y anunciar formalmente que tomará acciones legales contra los responsables.

“Esto es lo más trágico e impactante que he vivido en mi vida en todos los sentidos”, expresó visiblemente afectada durante una entrevista concedida al programa Primer Impacto.Según su testimonio, una de las irregularidades más alarmantes ocurrió en los momentos críticos posteriores al colapso.

Zulinka asegura que la salida de emergencia estaba cerrada con pestillo, un hecho que fue reportado por los propios músicos, quienes desesperadamente golpeaban la puerta intentando abrirla mientras el pánico se apoderaba del recinto. Este detalle, de confirmarse, podría convertirse en un elemento clave dentro de la investigación, al evidenciar una posible violación de los protocolos de seguridad establecidos por ley.

La joven fue contundente al declarar su intención de llevar el caso a los tribunales. “Claro que sí. Sin pensarlo”, respondió ante la pregunta de si emprenderá acciones judiciales. “¿Y sabes por qué? Porque eso fue negligencia. Si es un accidente, no importa, pero eso fue negligencia”, sostuvo con firmeza.Zulinka también aprovechó para subrayar que su reclamo no está motivado por compensaciones económicas, sino por un anhelo genuino de justicia. “Yo tengo fuerzas para trabajar, yo no necesito dinero de nadie. Eso no va a revivir a mi papá. Pero él tiene que ser responsable, no solo ante mí, sino ante un pueblo, ante tantas vidas, ante tantos niños que se quedaron sin su mamá y su papá”, puntualizó.

Las declaraciones de Zulinka han provocado una ola de solidaridad y reflexión en las redes sociales, donde miles de personas exigen explicaciones a las autoridades y al propietario del local, aún no identificado oficialmente. La falta de una respuesta institucional clara ha agravado la percepción de impunidad que envuelve el caso, mientras el número de víctimas y afectados sigue en aumento.

Hasta el momento, las autoridades han mantenido un discurso prudente, alegando que las investigaciones están en curso. Sin embargo, la opinión pública demanda más que promesas. La presión recae ahora sobre los organismos competentes, que deberán determinar si hubo fallos estructurales, violaciones a los protocolos de seguridad, o incluso una posible sobrepoblación del local durante la noche del evento.

Por su parte, expertos en derecho y seguridad civil coinciden en que si se demuestra que existió negligencia por parte de los administradores del local, podrían enfrentarse a cargos penales y civiles. La ausencia de una salida de emergencia funcional, en particular, constituye una violación grave a las normas de protección de espacios públicos.

En tanto, familias de las víctimas continúan esperando información sobre el paradero de sus seres queridos. Algunos cuerpos han sido rescatados, pero las labores de remoción de escombros avanzan lentamente, alimentando la angustia de quienes aún aguardan una respuesta definitiva.

La tragedia del Jet Set no sólo ha puesto en evidencia fallas de seguridad, sino que ha abierto un debate nacional sobre la regulación y fiscalización de espacios de entretenimiento en la República Dominicana. La ciudadanía exige que no se repita la historia de tragedias que se olvidan sin consecuencias, y que el luto colectivo se convierta en una oportunidad para cambiar prácticas que, por años, han sido pasadas por alto.

El caso apenas comienza, pero la voz de Zulinka Pérez ha marcado un punto de inflexión. El país observa, espera y exige que esta vez, la justicia no llegue tarde.

- Anuncio -

TOP DE ESTA SEMANA

Artículos Relacionados

`); };