Somos Pueblo – Hoy, 30 de marzo, la República Dominicana conmemora una de las gestas más importantes de su historia: la Batalla del 30 de Marzo, también conocida como la Batalla de Santiago. Este enfrentamiento, ocurrido en 1844, fue fundamental para consolidar la independencia nacional tras la proclamación del 27 de febrero de ese mismo año.
Tras la proclamación de independencia en Santo Domingo, las fuerzas dominicanas se enfrentaban a la amenaza del ejército haitiano, que buscaba recuperar el control del territorio. Haití, bajo el mando del presidente Charles Hérard, no estaba dispuesto a aceptar la separación de la parte oriental de la isla, por lo que organizó una ofensiva militar para sofocar el movimiento independentista.
El primer gran enfrentamiento ocurrió en la Batalla de Azua el 19 de marzo de 1844, donde las tropas dominicanas lograron una victoria crucial. Sin embargo, el ejército haitiano no se dio por vencido y emprendió una segunda ofensiva, esta vez dirigida a la ciudad de Santiago de los Caballeros.
El 30 de marzo de 1844, las tropas haitianas, dirigidas por el general Jean-Louis Pierrot, avanzaron hacia Santiago con un contingente superior en número y armamento. No obstante, los dominicanos, bajo el liderazgo del general José María Imbert y con el apoyo de otros comandantes como Pedro Eugenio Pelletier y Fernando Valerio, lograron organizar una defensa estratégica que resultaría en una victoria decisiva.
Los independentistas se posicionaron estratégicamente en los alrededores de Santiago, utilizando tácticas de guerrilla y emboscadas para debilitar el avance enemigo. Uno de los momentos más emblemáticos de la batalla fue la carga de caballería liderada por Fernando Valerio, que desorganizó las filas haitianas y obligó a su retirada.
La victoria en la Batalla del 30 de Marzo consolidó la independencia dominicana y demostró que el pueblo estaba dispuesto a defender su soberanía a toda costa. La derrota obligó al ejército haitiano a retirarse y fortaleció el espíritu patriótico en toda la nación.
Este triunfo fue clave para asegurar el proceso independentista, ya que reafirmó la capacidad de los dominicanos para defender su territorio y motivó a la población a seguir luchando por su libertad.
Cada año, la ciudad de Santiago de los Caballeros y toda la República Dominicana recuerdan con orgullo esta gesta heroica. Actos oficiales, desfiles y ceremonias patrióticas se llevan a cabo en honor a los valientes combatientes que defendieron la soberanía nacional.
La Batalla del 30 de Marzo no solo representa un hito en la historia de la independencia dominicana, sino también un símbolo de resistencia y determinación. A 181 años de aquel enfrentamiento, la nación sigue rindiendo homenaje a los héroes que forjaron el destino de la República Dominicana.